Cinco personas fueron arrestadas para ser interrogadas por el brutal asesinato de una empleada administrativa de la Policía en los alrededores de París, a manos de un tunecino que había abrazado el extremismo islamista en los últimos meses, informó este domingo 25 de abril el fiscal jefe antiterrorista de Francia.
De acuerdo al análisis del teléfono móvil del asesino, que padecía trastornos mentales, así como publicaciones en las redes sociales internautas, “su radicalización no siembra dudas”, señaló en una conferencia de prensa Jean-Francois Ricard.
El agresor, de 36 años, identificado como Jamel Gorchene, apuñaló a una mujer que trabajaba en la comisaría de policía de Rambouillet el viernes cuando ésta regresaba de un descanso.
Corriendo hacia la entrada del edificio, tomó a su víctima por detrás y la apuñaló en el estómago y la garganta con un cuchillo con una hoja de 22 cm, al grito de “Alá Akbar” (“Alá es el más grande”), de acuerdo a Richard. Un oficial que estaba en el edificio disparó contra Gorchene después de que este rechazó la orden de soltar el arma blanca.
El ataque se produjo en la comisaría de esta acomodada y habitualmente pacífica ciudad de 26.000 habitantes, a unos 60 kilómetros de París, y volvió a encender las alarmas en un país golpeado regularmente por atentados islamistas. Siendo éste el 17º.