La comisión antipederastia del Vaticano insta a responder las cartas de las víctimas

La comisión antipederastia del Vaticano insta a responder las cartas de las víctimas


Una de las razones por las que la irlandesa Mary Collins presentó su dimisión de la Comisión Pontificia para la Tutela de los Menores de la Santa Sede fue la negativa de algunos miembros de la Curia romana a responder a todas las cartas escritas por víctimas de abusos.



Collins, de 67 años, fue una de las primeras personas a quien el papa Francisco llamó cuando instituyó el organismo de la Santa Sede que debe responder ante los casos de pederastia en el seno de la Iglesia. Su labor fue implacable en el endurecimiento de las penas contra los sacerdotes abusadores de menores y en la imposición de la trasparencia en las gestiones. Ella misma fue víctima de los abusos continuos por parte de un cura cuando tenía sólo 13 años y yacía enferma en la cama de un hospital.



Por eso, cuando la mujer que se convirtió en un ícono de la lucha señaló cierto obstruccionismo de algunos miembros de la alta jerarquía de la Iglesia para evitar nuevos casos, la credibilidad de las reformas del Papa sufrió un duro golpe.



Ahora casi un mes después, la comisión a la que renunció ha recogido el guante y ha instado a la Curia a responder de forma personal y “con compasión” a cada uno de las decenas de correos que todos los días llegan al Vaticano enviados por víctimas o supervivientes (así se llaman a sí mismas las víctimas de los abusos).



La petición, en la que se reconoce que responder a estos mensajes "es un componente de la progresión hacia la transparencia”, llega tras la octava reunión de la comisión pontificia sobre abusos sexuales a menores, la primera sin Collins. Si bien se especifica que se trata de una tarea "particularmente difícil", dado el gran volumen y la naturaleza de la correspondencia, los delegados del papa Francisco para la lucha contra la pedofilia en la Iglesia piden “recursos y procedimientos claros y específicos” dedicados a este fin.



En el comunicado, también a agradecen a Mary Collins, que está casada y tiene tres hijos, su disponibilidad a continuar colaborando con el equipo pontificio en los programas de educación para los nuevos obispos. Hace un año, el inglés Peter Saunders, también víctima de abusos y fundador de la Asociación Nacional de Personas que sufrieron abusos en la Infancia (NAPAC, en sus siglas en inglés), también decidió abandonar la comisión. Si bien Saunders criticó con dureza el papel del ente creado por Francisco y su falta de avances, Collins consideró que el problema se encuentra en la Curia.

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