Valter Lavítola suma otra condena a su currículum judicial. Fue sentenciado por la vía administrativa por el Tribunal de Cuentas, junto a su ex socio Sergio De Gregorio, a devolver al erario público italiano más de 30 millones de dólares de fondos públicos que malversaron en la gestión del L’Avanti, el periódico que dirigía.
El fallo de los jueces contables del alto Tribunal manifiesta que han sido condenados “a titolo di dolo”, que traducido del lenguaje italiano jurídico significa que hubo una voluntad deliberada en la comisión del delito de fraude fiscal.
En la sentencia de 18 páginas a la que ha tenido acceso La Prensa, se evidencia que Lavítola y De Gregorio operaron de manera consciente un maquillaje de balances contables en la sociedad editorial International Press Scarl, a través de testaferros, operaciones inexistentes en la empresa y un sistema de facturación completamente falso.
Las investigaciones efectuadas por el Núcleo de la Policía Tributaria de Nápoles han desvelado “circunstancias y documentos que evidencian falsificación de las escrituras contables, de los costes de la actividad de producción y de los datos relativos a la difusión y venta del periódico, tales de poner en seria duda la veracidad de la estructura corporativa” de la empresa.
“En particular –se lee en la resolución judicial- ha emergido la falsedad de los servicios de venta de periódicos callejeros, así como la elaboración de facturas falsas en operaciones ficticias para avalar la petición de los fondos públicos y también para la evasión fiscal por parte de International Press Scarl”.
Lavítola aparece en la documentación como único administrador de la sociedad editorial del L´Avanti! desde marzo de 1997 a septiembre de 2011. Para el presidente de la sección jurisdiccional de la Corte de Cuentas, Ivan de Musso, el viejo aliado de Ricardo Martinelli es el principal artífice de las operaciones ficticias concebidas para perpetrar la malversación.
El 9 de noviembre de 2012, Lavítola pactó con el juez de las investigaciones preliminares del Tribunal de Nápoles, Francesco Cananzi, una condena de 3 años y 8 meses de prisión, por estafa y malversación de fondos públicos, de los más de 30 millones de dólares que ahora tendrá que devolver.
En julio del año pasado, agentes de la Guardia de Finanzas del Comando Provincial de Nápoles confiscaron a Valter Lavítola –que cumple prisión en la cárcel de Poggio Realede la misma ciudad italiana– bienes por valor de más de 4 millones de dólares.
Además, el pasado 11 de diciembre, Lavítola fue condenado a 3 años de prisión por intento de extorsión a la empresa Impregilo, a instancias del anterior gobierno de Ricardo Martinelli. Esta era la primera sentencia condenatoria en un caso vinculado con Panamá, pero no la última.
En los próximos días, un tribunal deberá validar el pacto entre los abogados de Lavítola y el fiscal jefe, Vincenzo Piscitelli, de 11 meses de reclusión por corrupción internacional en Panamá, ligada al hospital pediátrico de Veraguas.
Además, los magistrados cerraron las investigaciones del caso Svemark y está pendiente el llamamiento a juicio.
En el tribunal de Roma, Valter Lavítola y el exdirector comercial de Finmeccanica, Paolo Pozzesere, están imputados por corrupción internacional en Panamá.
El próximo juicio será el 11 de junio.
