El pleno del Congreso de Perú destituyó este miércoles al mandatario del país, Pedro Castillo, por “permanente incapacidad moral” con 101 de 130 votos a favor, después de que este anunciara la disolución del Legislativo y declarara un Gobierno de excepción de emergencia, lo que fue calificado como un golpe de Estado por diferentes voces, incluida la vicepresidenta.
Golpe de Estado en Perú:
— La Prensa Panamá (@prensacom) December 7, 2022
Tras la aprobación de la resolución, se anunció que a las 3p.m. hora local, misma hora de Panamá, será juramentada como nueva presidenta a la actual vicepresidenta Dina Boluarte.#LaPrensaSecuestrada https://t.co/dV6qSaiH0O pic.twitter.com/FUEoHxHJKs
Acto seguido, el pleno del Congreso citó para las 3:00 p.m. hora local (20:00 GMT) de este miércoles a la vicepresidenta Dina Boluarte para que jure como nueva jefa de Estado, en reemplazo del destituido Castillo, y se convierta, de esa manera, en la primera mujer gobernante de la historia del país.
En tanto, el presidente del Tribunal Constitucional (TC) de Perú, Francisco Morales, hizo un llamado a través del Canal N a las Fuerzas Armadas del país para “restablecer el orden constitucional”, tras el anuncio del presidente Pedro Castillo de dictar la disolución del Congreso y declarar un Gobierno de emergencia.
Poco después, el Constitucional emitió un comunicado en sus redes sociales en el que declaraba que el presidente había llevado a cabo un “golpe de Estado”.
“El pleno del Tribunal Constitucional rechaza el golpe de Estado realizado por Pedro Castillo Terrones, quien ha quebrantado el orden constitucional”, señaló la institución, tras añadir que Castillo “se ha puesto al margen de la Constitución y la ley.
“Consecuentemente, el Congreso de la República debe actuar conforme a sus atribuciones y acorde al orden sucesorio debe asumir la Presidencia de la República la vicepresidenta”, indicó en el comunicado.
Este miércoles, Castillo anunció la disolución del Congreso y declaró un Gobierno de emergencia de excepción, horas antes de enfrentarse al tercer intento de destitución por parte del Legislativo.