Corea del Norte disparó este lunes 17 de enero dos supuestos misiles balísticos, según Corea del Sur, en lo que parece ser su cuarta prueba de armamento desde principios de año.
A pesar de las sanciones internacionales, el régimen de Corea del Norte ha continuado con sus lanzamientos, incluyendo un misil “hipersónico”, en el marco de la carrera armamentística lanzada por el líder Kim Jong Un para reforzar las fuerzas armadas del país.
Dos supuestos “misiles balísticos de corto alcance” fueron lanzados desde un aeropuerto en Pionyang el lunes temprano, señaló el Estado Mayor conjunto de Corea del Sur. La Guardia Costera de Japón también confirmó el lanzamiento.
Disparados a las 9:00 a.m. hora local (00:00 GMT), recorrieron unos 380 kilómetros a una altitud de 42 kilómetros, según fuentes surcoreanas.
Estados Unidos pidió el lunes a Corea del Norte que “cese sus actividades ilegales y desestabilizadoras”.
En una conversación telefónica con sus homólogos de Japón y Corea del Sur, el enviado de Washington para Corea del Norte, Sung Kim, también pidió que el gobierno de Pionyang acepte la oferta de “diálogo sin condiciones” y reiteró el “compromiso inquebrantable” de Estados Unidos “con la defensa de sus aliados”, según un comunicado del Departamento de Estado.
La nota del portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price, también indicó que se “reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la desnuclearización completa de la península de Corea”.
La frecuencia y variedad de las pruebas efectuadas este año indica que Corea del Norte “está tratando de mejorar sus capacidades tecnológicas y operacionales en términos de acciones de cobertura”, dijo por su parte el ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, a la prensa.
En efecto, se trataría de la cuarta prueba de armas de Pionyang en lo que va de año.
Corea del Norte afirmó haber lanzado con éxito el 5 y el 11 de enero misiles hipersónicos, armas especialmente sofisticadas. El segundo lanzamiento fue supervisado personalmente por Kim Jong Un.
El líder norcoreano pidió el desarrollo de más “fortaleza estratégica militar” luego de la prueba.
En respuesta a los lanzamientos, Estados Unidos impuso la semana pasada nuevas sanciones a cinco norcoreanos vinculados con los programas de misiles balísticos, lo que Pionyang calificó como una “provocación”.