El presidente costarricense, Rodrigo Chaves, reiteró que su Gobierno no enviará embajadores a Nicaragua y Venezuela, países que atraviesan crisis políticas, sociales y de derechos humanos que han generado migración en tránsito y de permanencia en Costa Rica.
“Vamos a mantener nuestra posición de no mantener embajador en Nicaragua y lo mismo en Venezuela”, declaró Chaves en una entrevista con EFE con motivo de su primer año de mandato, que se cumple el próximo lunes.
El Gobierno anterior de Costa Rica (2018-2022), encabezado por Carlos Alvarado, decidió no enviar embajador en Nicaragua y a Venezuela debido a las violaciones a los derecho humanos y a la falta de transparencia en los procesos electorales.
En sus inicios, el Gobierno de Chaves mostró interés en acercarse a Nicaragua, pero luego desistió, mientras que con Venezuela existe el interés de retomar relaciones a nivel consular.
Chaves le deseó “lo mejor a los pueblos hermanos” de Venezuela y Nicaragua, y lamentó la crisis económica y de derechos humanos que viven.
“Con Nicaragua tenemos una relación de pueblos hermanos; con el Gobierno de Nicaragua, en el marco de las organizaciones internacionales, hemos dicho que protestamos, que no estamos de acuerdo con el tratamiento de la prensa, con el tratamiento de candidatos políticos que se convirtieron en presos políticos; con la creación de cientos de ciudadanos apátridas a quienes se les quitaron sus derechos, su existencia civil; su cédula y pasaporte no existen”, afirmó el presidente.
Chaves dijo que “preocupa el hecho de que haya bases militares y colaboración militar con Rusia” en Nicaragua, y subrayó que “tenemos un relación respetuosa basada en el derecho internacional”.
Sobre Venezuela, el mandatario costarricense manifestó que allí se vive “una tragedia tremenda” que ha provocado la migración de millones de personas.
“No lo digo yo, lo dicen entre 7 y 9 millones de venezolanos que votaron con sus pies, es decir, se salieron de esa situación tan pavorosa que viven”, declaró.
Costa Rica, país de 5,1 millones de habitantes, ha recibido en los últimos años oleadas migratorias de nicaragüenses, venezolanos, cubanos y haitianos, ya sea en tránsito por la región hacia Estados Unidos o para arraigarse en el país.
Chaves dijo que Costa Rica “ha sido víctima de su propio éxito” en esta materia, debido a su solvencia económica y buenos salarios que han atraído a cerca de “un millón de migrantes económicos”.
El mandatario detalló que Costa Rica gasta entre 200 y 300 millones de dólares al año en la atención de migrantes, por lo que pidió a la comunidad internacional más cooperación.
“Somos un pueblo muy receptivo y lo seguiremos siendo”, declaró el presidente, quien advirtió que ha habido un “abuso” de las solicitudes de refugio en los últimos años.
Datos oficiales indican que Costa Rica, país de 5,1 millones de habitantes, cuenta con 607.000 personas extranjeras regularizadas, de los cuales 60% son nicaragüenses. Hay un número indeterminado de migrantes sin estatus migratorio regularizado.
Desde 2018, cuando estalló un crisis política y social en Nicaragua, las autoridades de Costa Rica han recibido 240.000 solicitudes de refugio, de las que el 92% son de nicaragüenses. En la actualidad hay unos 186.000 expedientes de refugio pendientes de resolución.