Chile y Costa Rica fueron elegidos este martes como nuevos miembros del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) al imponerse a Venezuela, que pugnaba con ellos por una de las dos plazas vacantes para los países de Latinoamérica y el Caribe.
La candidatura chilena obtuvo 144 votos, la costarricense 134 y la venezolana 88 en las elecciones celebradas en la Asamblea General de Naciones Unidas, que eligió en total a 14 nuevos miembros del órgano con sede en Ginebra para el periodo 2023-2025.
Venezuela, que se sienta actualmente en el Consejo, optaba a la reelección, pero numerosos grupos de defensa de los derechos humanos habían pedido votar en su contra por el historial de represión del Gobierno de Nicolás Maduro.
Ante ello, varios opositores y organizaciones no gubernamentales (ONG) de Venezuela celebraron que el país haya quedado fuera del organismo.
El director de la ONG Acceso a la Justicia, Alí Daniels, dijo a EFE que su organización celebra que el Gobierno de Nicolás Maduro, que está “señalado por crímenes de lesa humanidad, no haya sido electo al consejo”, lo que atribuye al “incumplimiento con los más altos estándares” en materia de derechos humanos.
“El requisito fundamental para ser miembro del consejo, de acuerdo con la normativa que lo regula, es que cumpla con los estándares de cumplimiento de derechos humanos y, obviamente, no es el caso de Venezuela. Hubiera sido una enorme injusticia que democracias consolidadas y respetuosas de los derechos humanos como la chilena o la costarricense fueran derrotadas por Venezuela”, dijo.
El “incumplimiento” con dicho requisito, aseguró, quedó evidenciado en el reciente informe de la Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela, en el que acusa a la inteligencia civil y militar de cometer crímenes de lesa humanidad para reprimir la disidencia política, mediante un “modus operandi” de abusos dictado “desde el más alto nivel”.
Por su parte, el opositor y dos veces candidato presidencial Henrique Capriles expresó, a través de su cuenta en Twitter, que el Gobierno “nunca debió ocupar un puesto en el Consejo de Derechos Humanos, debido a que ‘nunca cumplió los requisitos y no ha dejado de cometer abusos”.
“La decisión refleja el trabajo de las ONG, las víctimas y sus familiares, que siguen denunciando y reclamando justicia”, agregó.
En este sentido, el antichavista Miguel Pizarro sostuvo, en la misma red social, que los esfuerzos de “denuncia y visibilización dentro y fuera del país han rendido frutos”, pues “hoy el régimen debe abandonar su silla en este mecanismo”.
Para el opositor Juan Guaidó, con la salida de Venezuela del órgano, “se hace justicia, de alguna manera, para las víctimas”.