El Gobierno de Costa Rica informó este jueves, 3 de diciembre de 2015, que ante la negativa de Guatemala, negocia con Belice el traslado aéreo de miles de cubanos que se encuentran varados en suelo costarricense, para que continúen su ruta hacia Estados Unidos.
El canciller costarricense, Manuel González, dijo que la opción que se baraja es enviar vía aérea a los cubanos hacia Belice, y que desde allí se trasladen por tierra hasta México, para continuar hacia Estados Unidos.
González explicó que México está dispuesto a colaborar, pero con la condición de que los migrantes lleguen a través de un tercer país, en este caso Belice.
"Estamos negociando con Belice pero no nos pueden dar una respuesta antes del martes, cuando celebran su Consejo de Gobierno", dijo el canciller en una rueda de prensa.
González reveló que la otra alternativa era Guatemala, pero el Gobierno de ese país no está dispuesto a servir de "puente", lo que tomó a Costa Rica "por sorpresa".
"Cada país es soberano de tomar sus decisiones. Nos toma un poco por sorpresa. Respetamos la decisión del presidente (Alejandro) Maldonado y las consideraciones que ha hecho para no permitir el paso por Guatemala", dijo González.
Guatemala adujo que hay complejidades logísticas y que no puede garantizar la seguridad de los cubanos en zonas peligrosas cercanas a su frontera con México, y que tampoco ese país ha dado una garantía por escrito de que recibirá a los migrantes, reveló González.
El ministro aclaró que las razones ofrecidas por Guatemala son "muy diferentes" a las emitidas por Nicaragua para no permitir el paso de los cubanos por tierra desde Costa Rica.
Actualmente hay 4 mil 600 cubanos varados en Costa Rica, todos ellos llegaron por tierra por la frontera con Panamá y recibieron de las autoridades costarricenses visas especiales de tránsito.
La oleada de cubanos comenzó a entrar a Costa Rica el 14 de noviembre pasado y un día después Nicaragua les prohibió la entrada a su territorio.
Nicaragua acusó a Costa Rica de "crear" y "manipular" esta crisis migratoria para avalar las políticas migratorias de Estados Unidos, las cuales otorgan beneficios a cualquier cubano que llegue a ese país.