Diez meses después de masivas protestas que estremecieron a Cuba, el Parlamento aprobó por “unanimidad” un nuevo Código Penal.
La nueva ley “tipifica como delitos los hechos mas graves y lesivos para la sociedad y protege los intereses del Estado y del pueblo”, dijo el presidente del Tribunal Supremo, Rubén R. Ferro, al presentarlo al plenario.
En julio de 2021 miles de personas protagonizaron en 50 ciudades las mayores protestas contra el gobierno en 60 años, que dejaron un muerto, decenas de heridos y centenares de detenidos.
Según Ferro, esa ley también protege los intereses “individuales de las personas como garantía de la estabilidad de la nación, la seguridad jurídica y la tranquilidad ciudadana”.
El Código sustituye al de 1997 y complementa la Constitución de 2019, junto a la Ley de Amparo de derechos constitucionales y el Código de Ejecución Penal, que serán sometidos a votación en una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional que concluye hoy lunes.
Entre sus aspectos novedosos están “su aplicación a infracciones y actos ilícitos que afectan el espectro radio eléctrico, el ambiente y el patrimonio natural”, dijo Ferro. “Se penalizan las violaciones más graves relacionadas con el uso abusivo de los derechos constitucionales, la participación en actividades subversivas y las agresiones a las tecnologías de la información y las comunicaciones”, añadió.
Para el jurista cubano Harold Bertod, radicado en España, “el Código Penal amplia el catálogo de conductas delictivas relacionadas con el orden constitucional para confirmar una realidad del sistema político: no hay lugar para alternativas en el ámbito político, y el derecho de manifestación”.
El derecho de manifestación “sólo será permitido si es en un sentido de ‘confirmación’ de las políticas del Estado y nunca de forma ‘contradictoria’”, afirmó.
“Es una ley que recoge, actualiza, todos los conceptos internacionales, adecuándolos a las condiciones de Cuba”, dijo por su lado el diputado Jorge González.