Los dos máximos líderes del gremio empresarial de Nicaragua fueron detenidos este jueves, informó la policía, lo que lleva a casi 40 la lista de opositores arrestados en el contexto de las elecciones del 7 de noviembre.
Se trata del presidente y vicepresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), Michael Healy y Álvaro Vargas respectivamente, entre otras cosas, “investigados por el delito de lavado de dinero, bienes y activos”, aseguró la Policía Nacional en un comunicado.
Asimismo, se les indaga “por realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo”, agregó.
“Estas acciones que violentan los derechos fundamentales establecidos en la Constitución Política de Nicaragua deben cesar a lo inmediato”, reaccionó el COSEP en Twitter.
Con Healy y Vargas suman 39 las personas detenidas en los últimos cuatro meses, incluidos siete aspirantes a la presidencia, dirigentes políticos, sociales, empresarios y periodistas.
Healy fue detenido poco después de acudir salir de las oficinas del Ministerio Público (fiscalía), adonde fue citado para una entrevista que no se produjo y que, según dijo, le iba a ser reprogramada.
Cuando abandonaba la fiscalía los periodistas le preguntaron si temía ser arrestado, respondió que “necesariamente no”. No obstante, al abordar su vehículo fue seguido en dos motos por agentes de la policía armados.
Healy ocupa el máximo cargo empresarial del país desde septiembre de 2020, en sustitución de José Aguerri, quien está bajo arresto desde julio por cargos de “conspiración para cometer menoscabo a la soberanía”, según la acusación de la fiscalía.
Los arrestos de Healy y Vargas ocurren un día después que el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), exigiera la “liberación inmediata” de los opositores detenidos en una sesión en Washington en la que se abordó la situación de Nicaragua.
Las detenciones se produjeron en pleno proceso electoral, en el que el presidente Daniel Ortega, de 75 años y en el poder desde 2007, aspira a un cuarto mandato consecutivo, sin rivales que amenacen su aspiración.