El huracán Eta impactó este martes con categoría cuatro en el Caribe norte de Nicaragua, acompañado de fuertes lluvias y ráfagas de viento que desprendieron techos y árboles, informó una fuente oficial.
“El impacto fue con categoría 4” en la escala de cinco de Saffir-Simpson , afirmó el director de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), Marcio Baca, en rueda de prensa.
Honduras también se encuentra en alerta a causa de este huracán, que amenaza con devastadoras lluvias en Centroamérica, según organismos de socorro de ambos países y el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
El huracán se reforzó el lunes en las aguas cálidas del Caribe hasta alcanzar la categoría 4 en la escala de cinco de Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos de 240 km/h, según el NHC.
A las 09H00 GMT, el centro de Eta se encontraba a 40 kilómetros de Bilwi (también conocido como Puerto Cabezas), en el Caribe Norte de Nicaragua, y se desplazaba a unos 8 km/h, según el centro de huracanes con sede en Miami.
En Bilwi y las comunidades adyacentes situadas en las costas caribeñas viven unas 100 mil personas, en su mayoría indígenas dispersos en poblados que podrían ser afectados por el huracán, como Tuapí, Krukira, Sandy Bay, Cabo Gracias a Dios, Prinzapolka, Wawabar, Karatá, Halower, Wauhta, Kamwatla y Walpalsiksa.
El NHC advirtió que se esperan "vientos catastróficos, inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en partes de Centroamérica".
Más de 3 mil familias habían sido evacuadas de comunidades como Prinzapolka y los Cayos Miskitos, afirmó la vicepresidenta y portavoz oficial, Rosario Murillo.
Los comunitarios fueron trasladados a casas en zonas altas y seguras, precisó Murillo, que también es primera dama.
Tanto Nicaragua como Honduras, los países con mayor riesgo, decretaron alerta roja ante la llegada del ciclón.
El gobierno nicaragüense declaró alerta roja (máxima) en el Caribe Norte y amarilla (de alerta) en los departamentos norteños de Jinotega, Nueva Segovia, Chinandega, en tanto se mantiene alerta verde (de prevención) para el resto del país.
‘TOTALMENTE VULNERABLES’
“El ojo del huracán viene directamente sobre Bilwi y lo tenemos cerca. Hay cierta preocupación de la población, hay muchas zonas inundables”, dijo a la AFP Limbort Bucardo, residente de esa localidad.
Sus pobladores se volcaron a los bancos y comercios para aprovisionarse de alimentos, lámparas, radios, plástico para proteger sus enseres, añadió Bucardo.
En tanto, Kevin González, miembro de brigadas voluntarias que trabajan en la movilización de personas, expresó temor porque “las casas son totalmente vulnerables, son casas viejas de madera forradas de plástico” que no van a resistir los fuertes vientos.
“Teníamos que venir a este lugar porque nosotros no estamos seguros donde estamos en las casas, porque nosotros vivimos cerca de la playa entonces teníamos que venir aquí a refugiarnos con toda la familia”, dijo a la AFP Katia Hernández, otra habitante de Bilwi.
Ya desde la tarde del lunes la lluvia caía con fuerza en la ciudad; y en algunas zonas no había electricidad, mientras la población se resguardaba en albergues abiertos en iglesias, universidades y colegios.