El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia aplazó este jueves para el 18 de octubre los comicios presidenciales y legislativos del 6 de septiembre, en una segunda postergación por causa de la emergencia del coronavirus.
El TSE "ha resuelto fijar la jornada de votación de la elección general 2020 el domingo 18 de octubre", anunció su presidente, Salvador Romero, alegando que informes médicos señalan que la pandemia tendrá sus picos más altos a finales de agosto y principios de septiembre.
Programados inicialmente para mayo, estos comicios reemplazan a los de octubre de 2019, anulados por denuncias de fraude que dieron pie a la renuncia y salida del país del exmandatario izquierdista Evo Morales (2006-2019).
El delfín de Morales, el economista Luis Arce, puntea las intenciones de voto, seguido del expresidente centrista Carlos Mesa. Detrás está la presidenta interina derechista, Jeanine Áñez, y hay además otros cinco candidatos minoritarios.
Tanto Áñez como varios ministros han contraído el coronavirus.
"La fecha definitiva de la elección genera mayores condiciones para la protección de la salud, facilidades de votación en el exterior, llegada de misiones de observación internacional", arguyó el presidente del TSE.
Romero dijo que una eventual segunda vuelta se efectuará el 29 de noviembre y la toma de posesión de las nuevas autoridades en diciembre.
El titular del TSE dijo que la decisión es "fruto de consideraciones de orden legal, científico y de orden político".
SIN AVAL DEL CONGRESO
A contramano de lo que hacía anteriormente para fijar la fecha de las elecciones, esta vez el TSE no consultó con los partidos ni tiene previsto recabar el aval del Congreso, según Romero.
"Esta resolución es suficiente para el organismo electoral para fijar esta nueva fecha. Esta resolución no requiere una aprobación de la Asamblea Legislativa", señaló en rueda de prensa.
Según Romero, el TSE "tiene plena competencia constitucional y legal para fijar la fecha de la elección. Estamos actuando en el marco de nuestras competencias y en el marco de la ley", subrayó
"En esta oportunidad no se realizó el proceso específico de concertación con las organizaciones políticas", dijo, alegando "las latentes y graves polarizaciones" que agitan Bolivia.
RECHAZO DE MORALES
En el marco de esa polarización, las opiniones sobre aplazar los comicios están divididas.
Morales, líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), tuiteó desde Argentina que "el gobierno de facto quiere ganar más tiempo para continuar con la persecución contra dirigentes sociales y contra candidatos del MAS".
"Esa es otra forma de proscripción. Por eso no quiere elecciones el 6 de septiembre", agregó el exmandatario.
Por su lado, Mesa expresó su "pleno respaldo a la nueva fecha" de las elecciones y dijo que la seguridad sanitaria debe ser la prioridad. Áñez ya se había manifestado en favor de la postergación.
La Iglesia católica se había unido temprano este jueves a fuerzas conservadoras que exigían el aplazamiento de las elecciones por la escalada de la pandemia, que registra más de 64.000 infectados y 2.328 decesos.
La realización de las "elecciones requiere la mayor seguridad sanitaria posible", sostuvo el presidente del TSE, aunque admitió que los "factores de conflicto no han desaparecido".
Romero reconoció que Bolivia sufre "graves polarizaciones", que se ahondaron en noviembre de 2019 tras la dimisión de Morales en medio de una convulsión social y el ascenso de facciones de derecha al poder.
Según un sondeo nacional de marzo, el candidato del MAS encabeza la intención de voto (33,3%), seguido de Mesa (18,3%) y Áñez (16,9%).
En otro sondeo efectuado solamente en 10 ciudades y divulgado este martes, que no incluye la zona rural que es bastión electoral del MAS, Arce y Mesa están empatados en 26%, seguidos de Áñez con 14%.
Unos siete millones de bolivianos están convocados a las urnas para elegir presidente y vicepresidente y renovar el Congreso bicameral.