El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó este lunes que la reforma de las pensiones “era necesaria” para evitar la acumulación de los déficit y propuso un nuevo “pacto social” para mejorar las condiciones de los trabajadores.
En una intervención televisada en medio de la crisis política por la aprobación de esa reforma, Macron insistió en que los cambios aprobados por su Gobierno eran la única respuesta posible ante el aumento progresivo del número de jubilados y de la esperanza de vida.
”¿Esta ley ha sido aceptada? Obviamente no –reconoció–. Pese a los meses de consultas no se pudo encontrar un consenso y lo lamento”.
Macron admitió igualmente que hay “enfado” en un contexto de empleos que no permiten hacer frente a los crecientes costes de vida. ”Algunos tienen la impresión de poner su parte y no ser recompensado”, expresó.
Esa “demanda de justicia social y de renovación de la vida democrática” hay que escucharla, dijo, y señaló que “la respuesta no puede estar en el inmovilismo ni en el extremismo”.
Por ello propuso el nuevo “pacto social” junto con empresarios y sindicatos, para discutir “sin límites ni tabús” una serie de “temas esenciales” entre los que mencionó los salarios, la mejora de las condiciones de trabajo y la distribución de la riqueza.
”La puerta siempre estará abierta”, señaló el jefe de Estado, pese a que en los últimos tres meses el Elíseo rehusó mantener la reunión que le habían solicitado los sindicatos, que rechazaban de manera frontal el retraso de la edad mínima de jubilación y el enroque del Gobierno respecto a esta medida, eje central de la reforma.
