Los pueblos de la zona cero de Valencia han afrontado entre la prudencia, la cautela y la preocupación la nueva alerta por la segunda dana vivida anoche, que no ha causado grandes daños materiales y que ha permitido que continúen las tareas de limpieza y desescombro pese a las dificultades que han traído las nuevas precipitaciones.
En Paiporta, uno de los municipios más afectados por el desbordamiento del barranco del Poyo el pasado 29 de octubre, vecinos y voluntarios han encarado con cautela la alerta que recibieron ayer: Jesús Martínez, comerciante, ha explicado a EFE que se planteó colocar sacos de arena a la entrada de su tienda de interiorismo.
Lorena Rodríguez, una de las voluntarias que sigue en Paiporta, ha atribuido a la “experiencia” del día 29 los avisos recibidos ayer: “Se cortaron carreteras, se avisó a la gente para que se quedase en sus casas, que se pusieran en zonas altas. Entonces el desastre no ha sido el que fue entonces, y ha sido comedido, que es un poco lo que habría sido ideal en la primera ocasión”, ha indicado a EFE.
La alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, ha explicado a EFE que desde ayer dieron indicaciones a la población para que tomasen medidas, pero que las lluvias no han afectado al municipio, que sigue “igual de mal” que estaba hasta ahora.
En Aldaia, donde el Ayuntamiento colocó ayer toneladas de sacos de arena para evitar que la crecida del cauce que atraviesa la localidad volviera a entrar en el pueblo, los vecinos han vivido igualmente con preocupación las últimas horas.
Como las medidas adoptadas han sido efectivas, a pesar de que ha vuelto a inundarse el túnel próximo a la estación de Cercanías, han continuado las labores de limpieza de calles donde los vecinos se esmeran en recuperar su normalidad.
El Grupo Táctico de la Brigada de #LaLegión
— Fuerza Terrestre (@FUTER_ET) November 12, 2024
trabaja de día y de noche en labores de limpieza, reparto de productos de primera necesidad y asistencia a la población civil en #Paiporta, ayudando a que las gentes de #Valencia recuperen cuanto antes la normalidad.@EjercitoTierra pic.twitter.com/D5jyALprJQ
El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, ha asegurado que, ante la nueva alerta meteorológica de este miércoles por la llegada de una segunda dana, se ha “avanzado”, dado que la gestión de la información esta vez ha sido “distinta”.
“Si nos hacen un aviso como el de ayer, cuando dijeron que todo el mundo se subiera a las plantas altas, hubiéramos tenido la posibilidad de tomar medidas durante una hora y media más o menos para evitar daños personales”, ha sentenciado Luján en declaraciones.
En Catarroja, María Ángeles trataba esta mañana de disipar sus miedos ante la meteorología adversa limpiando, una vez más, la entrada del bloque de viviendas donde vive.
Enfundada en un mono blanco protector y con mascarilla FPP2, esta vecina ha reconocido que la tormenta de ayer no llegó ni mucho menos al nivel de la primera dana, aunque sí les ha dado otro susto y ha dado al traste con parte del trabajo de recuperación ganado.
Según ha explicado a EFE, anoche hubo un momento en que temió que el agua que caía podría dañar aún más el terreno sobre el que se asienta su garaje, ya muy dañado por la dana del 29 de octubre.
“El agua empezaba a bajar por la calle adyacente igual que lo hizo aquella vez, pero por suerte no fue a más y no se ha colado por el socavón que dejó la primera dana”, ha señalado, tras lamentar que, quince días después aún no pueden acceder al garaje.
Otro vecino de Catarroja, Juanma de la Cámara, ha lamentado que la lluvia de ayer, aunque no muy intensa, ha vuelto a embozar el alcantarillado. “La calle había quedado bastante bien con los trabajos realizados de sábado a lunes, pero al llover se ha llenado otra vez de barro”, ha dicho entre apenado y resignado.