Estados Unidos recibe a 222 presos políticos desterrados por la dictadura de Daniel Ortega

Estados Unidos recibe a 222 presos políticos desterrados por la dictadura de Daniel Ortega
El exprecandidato presidencial nicaragüense Félix Maradiaga, uno de los presos políticos nicaragüenses expulsados de su país, posa junto a su esposa, la activista Berta Valle, y su hija después de su encuentro en el hotel Weston, donde se hospedarán en Herndon, Virginia, Estados Unidos. EFE/Octavio Guzmán


Los presos políticos nicaragüenses expulsados de su país por el régimen de Daniel Ortega tras haber sido excarcelados llegaron este jueves al aeropuerto de Dulles (Virginia, Estados Unidos), en las afueras de Washington, según confirmó en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.

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Los 222 presos políticos liberados en Nicaragua fueron expulsados a Estados Unidos

El Gobierno de Joe Biden ofrecerá asistencia legal y médica al grupo de excarcelados, entre ellos Cristiana Chamorro, la aspirante a candidata a la presidencia de Nicaragua que tenía mayor probabilidad de derrotar Ortega, en los comicios de noviembre de 2021.

Además de Chamorro, que fue la gran ausente en esa cita electoral, la lista de expulsados incluye a los otros seis dirigentes opositores que intentaron desafiar a Ortega en las urnas: Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro, Miguel Mora, Medardo Mairena y Noel Vidaurre. También figuran los líderes estudiantiles Lesther Alemán y Max Jérez y el ex portavoz de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, el sandinista Roberto Emilio Larios Meléndez.

El diario La Prensa de Nicaragua también confirmó que además de Cristiana lo hizo Pedro Joaquín Chamorro Barrios, hijo del fundador del periódico Pedro Joaquín Chamorro. Con ellos también iba Juan Lorenzo Holmann, gerente de La Prensa.

También están varios religiosos, entre ellos: Ramiro Tijerino, rector de la Universidad Juan Pablo II y encargado de la parroquia San Juan Bautista; José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral Matagalpa de San Pedro, respectivamente, y el diácono Raúl Vega González, todos de la diócesis de Matagalpa, en el norte de Nicaragua.

Antes de su llegada, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó que “la liberación” de 222 presos políticos nicaragüenses “abre la puerta al diálogo” con Managua.

Estados Unidos rechazó la idea de que esa decisión sea fruto de las presiones de Washington.

“La dictadura de Daniel Ortega liberó este jueves 9 de febrero en la madrugada a más de 200 presos políticos que estaban en diferentes penales del país, pero todavía se desconoce si también incluyen a los opositores que están en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), mejor conocido como “el nuevo Chipote”, informó más temprano el diario La Prensa.

Alianza Cívica Nicaragua informó que los presos fueron “desterrados”. “Sufrieron prisión ilegal y tortura. Mantenemos la demanda por el restablecimiento de la libertad, la justicia y la democracia. Los nicaragüenses siguen viviendo represión. ¡Libertad para el pueblo de Nicaragua!”.

“Para proteger la paz, la seguridad nacional, al orden público, la salud, la moral pública, los derechos y libertades de terceros los sentenciados que por diversos ilícitos violentaron el ordenamiento jurídico y constitucional atentando contra el estado de Nicaragua y la sociedad nicaragüense, perjudicando el interés supremo de la nación, por consiguiente se ordena la deportación inmediata y ya efectiva de 222 personas”, según la sentencia del Tribunal de Apelaciones de Managua, leída por el magistrado orteguista Octavio Rothschuh, reportó La Prensa de Nicaragua.

Además se les inhabilita de forma perpetua para ejercer la función pública y cargos de elección popular y se les suspenden los derechos ciudadanos de por vida.

La Organización de los Estados Americanos (OEA) exigió que se le restituya los derechos de los 222 presos políticos expulsados a Estados Unidos. “Los crímenes cometidos contra estas personas no deben quedar impunes, y sus derechos deben ser restituidos a la mayor brevedad posible”, señaló un comunicado de la OEA.

El vecino país de Costa Rica, donde viven unos 400 mil nicaragüenses, tomó la decisión del gobierno de Ortega con “cautela” y “esperanza”.

La Cancillería costarricense informó que “sigue con mucho detenimiento los acontecimientos recientes en la República de Nicaragua” y que “mantiene un monitoreo constante de la situación de derechos humanos y los presos políticos en Nicaragua”.

Por su parte, el gobierno francés celebró la liberación de dos ciudadanas galas, Jeannine Horvilleur Cuadra y Ana Carolina Alvarez Horvilleur.

La canciller francesa Catherine Colonna reiteró el llamado a la vuelta del estado de derecho en Nicaragua y a la liberación de todos los presos políticos.


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