Estados Unidos dijo que se niega a “hacer como si nada” hubiese pasado tras la invasión rusa a Ucrania, al comentar la invitación del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a la cumbre del G20 prevista para noviembre, en Indonesia.
“Estados Unidos sigue pensando que no se puede hacer como si nada respecto a la participación de Rusia en el seno de la comunidad internacional y de las instituciones internacionales”, afirmó a la prensa la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Jalina Porter,
Porter no aclaró si Washington participará o no en la cumbre a celebrarse en la turística isla de Bali, a la que también fue invitado el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
El mandatario estadounidense Joe Biden “ha expresado públicamente su oposición a que el presidente Putin asista al G20. Hemos dado la bienvenida a los ucranianos que asisten”, dijo por su parte a los periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
“Hemos transmitido nuestra opinión de que no creemos que deban ser parte de esto en público ni en privado”, expresó Psaki.
Acotó que Estados Unidos estaba en contacto con los indonesios y que la invitación a Rusia se produjo antes de su invasión a Ucrania.
Rusia, a diferencia de Ucrania, es miembro del Grupo de los 20, que está formado por las economías más grandes del mundo.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, sugirió que la invitación a Zelenski era un compromiso luego de los llamados de Occidente para no invitar a Putin.
Ofensiva rusa avanza
En tanto, en el campo de batalla, la ofensiva rusa avanza lentamente sobre la región del Donbás. Al menos así lo ven desde el Pentágono, que aseguran que el plan de Putin se ha retrasado respecto al calendario.
“Creemos que se han quedado atrás de lo que esperaban lograr en Donbás”, sostuvo el alto funcionario del Departamento de Defensa de Estados Unidos a periodistas. “Tenían al menos varios días de retraso”, dijo bajo condición de anonimato.
“Están lejos de haber hecho la conexión” entre las tropas que ingresaron por la región de Járkov (este), al norte de esa región, y las que vienen del sur del país, afirmó. Se cree que Moscú intenta asaltar en movimiento de pinzas a las fuerzas ucranianas desplegadas en primera línea alrededor de las áreas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk.
“No se están movilizando muy rápido”, sentenció el funcionario. “Unos pocos kilómetros al día es lo máximo que pueden hacer porque son repelidos” por el ejército ucraniano.
Aunque la lucha ya está en curso en esa área vital, “creemos que continúan creando las condiciones para una ofensiva sostenida, mayor y más prolongada”, agregó el alto funcionario.
Explicó que las fuerzas rusas “no quieren cometer los mismos errores que en Kiev”, donde sus columnas de tanques habían sido inmovilizadas por las fuerzas ucranianas armadas con lanzamisiles de mano y su apoyo logístico se vio distanciado.
El Pentágono también pidió ayer que los estadounidenses que quieran ir a Ucrania desistan de hacerlo, luego de que se informara de la muerte de uno de sus ciudadanos que viajó hasta Europa del este para luchar contra las fuerzas rusas.
Willy Joseph Cancel, de 22 años de edad y que al parecer fue asesinado el lunes, había llegado a Ucrania a mediados de marzo, narró su madre, Rebecca Cabrera, a la cadena CNN.
“Seguimos instando a los estadounidenses a que no viajen a Ucrania”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby, a CNN, después de calificar la noticia de “desgarradora” y ofrecer su apoyo a la familia del fallecido.
“Esta es una zona de guerra continua (...) no es un lugar al que deban ir los estadounidenses”, reiteró.
Rebecca Cabrera dijo que su hijo “quería ir allí, porque creía por lo que se está luchando en Ucrania, y quería formar parte de ello para contener [la amenaza] allá y no dejar que llegue hasta aquí”.
A Cancel le sobreviven su esposa y un hijo de siete meses, según la prensa estadounidense.