Estados Unidos urgió este domingo a los líderes de Sri Lanka a actuar “rápidamente” para buscar soluciones a largo plazo después de que una multitud enardecida obligara a huir de su residencia al presidente, quien luego anunció su renuncia.
Cualquier gobierno nuevo debe “trabajar rápidamente para identificar e implementar soluciones que consigan estabilidad económica a largo plazo y aborden el descontento del pueblo de Sri Lanka”, dijo un portavoz del Departamento de Estado en momentos en que el secretario Antony Blinken visita Tailandia.
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional ha hecho saber este domingo que se mantiene a la espera de una solución a la agitación política que atraviesa Sri Lanka, y que culminó el sábado con el estallido de una revolución popular en la capital, antes de reanudar las conversaciones para un préstamo de rescate crucial para la economía del país.
“Esperamos una resolución de la situación actual que permita reanudar nuestro diálogo sobre un programa respaldado por el FMI”, ha hecho saber la organización en un comunicado recogido por el portal de noticias ceilandés The Morning.
El FMI y el Gobierno ceilandés habían terminado a mediados de esta semana una primera reunión para definir el paquete de rescate al país, escenario de la peor crisis económica de toda su historia.
La nación necesita en torno a 6,000 millones de dólares en ayuda del FMI y de países como India y China para salir adelante durante los próximos seis meses, según dijo en su momento el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, ahora dimitido por la presión popular.
Sri Lanka ha suspendido el pago de deudas externas por valor de unos 7,000 millones de dólares que vencían este año porque sus niveles de divisas cayeron a mínimos históricos. La deuda externa total del país es de 51,000 millones, de los cuales 28.000 millones deben pagarse para 2027, un pago promedio de alrededor de 5,000 millones al año.