El indultado expresidente peruano Alberto Fujimori, de 79 años, retornó este lunes 5 de marzo a su casa en Lima tras recibir el alta médica en la clínica donde permaneció internado 48 horas por una severa deshidratación.
"Luego de haber sido estabilizado en los problemas de salud presentados el sábado último, me han dado de alta. Agradezco al personal de la clínica por las atenciones recibidas y a todos los amigos por su preocupación", escribió Fujimori (1990-2000) en su cuenta de Twitter.
"A pesar de que la salud no siempre me acompaña, no soy ajeno a la sensación de inestabilidad que vive el país. Lo mejor sería que prime la mesura y una actitud responsable que genere un clima de tranquilidad y reflexión para bien de todos los peruanos", agregó.
Sus problemas de salud fueron recurrentes mientras estaba preso, pero esta es la primera vez que los sufre desde que el presidente Pedro Pablo Kuczynski lo indultó en diciembre por razones humanitarias.
El malestar de Fujimori ocurrió dos días después de la ruptura entre sus hijos Keiko y Kenji, por la herencia del fujimorismo, primera fuerza política de Perú. Kenji, el legislador más votado en Perú, renunció al partido Fuerza Popular, que dirige su hermana Keiko, tras las revelaciones de que ella recibió 1.2 millones de dólares de la brasileña Odebrecht para financiar su campaña electoral.
Los problemas judiciales también acechan al expresidente. Una corte peruana decidió el pasado 20 de febrero procesarlo por una matanza de campesinos durante su gobierno, descartando acatar la gracia presidencial de Kuczynski. El exgobernante de ancestros japoneses mantiene popularidad en Perú, donde se le considera como "el presidente que derrotó al terrorismo". Cumplió 12 años de prisión de una condena de 25 años por crímenes contra la humanidad y corrupción.