El grupo opositor Archipiélago denunció este martes 16 de noviembre que la “militarización extrema de las calles” y el bloqueo de más de 100 activistas en Cuba impidió la marcha prevista la víspera, por lo que extenderán hasta el 27 de noviembre las acciones de protesta.
El gobierno respondió con una “militarización extrema de las calles, más de 100 activistas sitiados, detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, actos de repudio, violencia, amenazas, coacción y discursos de odio”, dice una declaración enviada a la AFP por Archipiélago, el grupo de debate político que organizó la frustrada manifestación del lunes 15 de noviembre.
El grupo, con 30,000 miembros dentro y fuera de la isla, había convocado a la marcha por la liberación de los presos políticos, por los derechos ciudadanos y la democracia, pese a que las autoridades prohibieron esa protesta y advirtieron de sanciones penales.
“El recrudecimiento de la represión contra la ciudadanía y los manifestantes pacíficos no es ni será aceptada”, asegura la declaración, que llama a extender la manifestación hasta el 27 de noviembre (27N).
Como parte de las acciones, Archipiélago pide a sus seguidores vestir de blanco y usar rosas blancas como emblemas, hacer videos individuales y participar en un “cacerolazo” por las noches.
El lunes fueron detenidos al menos el opositor de línea moderada Manuel Cuesta Morua; la dirigente del movimiento disidente Damas de Blanco, Berta Soler, y su marido, el expreso político Ángel Moya; así como la historiadora Carolina Barrero, que había estado impedida de salir de su casa desde hacía 200 días.