El papa Francisco pidió este domingo “respeto” para las fuerzas de paz de la ONU en el Líbano, tras los recientes ataques israelíes, instó de nuevo a un alto el fuego en Oriente Medio y dijo que la guerra es una derrota “sobre todo para quien se cree invencible”.
“Pido otra vez mas un inmediato alto el fuego” y que “en todos los frentes se recorran las vías de la diplomacia y el diálogo para obtener la paz”, rogó el pontífice al término del rezo dominical del Ángelus en la plaza de San Pedro ante miles de fieles.
El papa mostró su “cercanía” con “todas las poblaciones implicadas, Palestina, Israel, el Líbano, “donde -dijo entonces-pido que sean respetadas las fuerzas de paz de Naciones Unidas”.
También aseguró que reza “por todas las víctimas, por los desplazados, por los rehenes que deseo que sean enseguida liberados” y mostró su esperanza de que “este gran e inútil sufrimiento generado por el odio y la venganza acabe pronto”.
Ucrania se acerca el invierno
El pontífice instó este domingo a la comunidad internacional a que “no se deje a los ucranianos morir de frío” ante la llegada del invierno y la falta de energía y ayuda alimentaria, al término del rezo dominical del Ángelus.
“Hago un llamamiento para que no se deje morir de frío a los ucranianos. Cesen los ataques aéreos contra la población civil, que siempre es la más afectada”, rogó el pontífice.
“Basta de matar inocentes”, añadió ante los miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro para escuchar sus palabras.
Francisco se reunió el pasado viernes con el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, y un día antes con el jefe de la Iglesia greco-católica de Ucrania, Sviatoslav Shevchuk, quien le alertó de que 6 millones de ucranianos se podrían quedar “sin alimentos” y sujetos al frío en los próximos meses.
Un clamor por Haití
Otra de las plegarias de este domingo del papa, fue por Haití. Exhortó al mundo a “no olvidar” a los haitianos y pidió el “compromiso” de la comunidad internacional para “construir la paz y la reconciliación en el país”, al término del rezo dominical del Ángelus en el Vaticano.
“Estoy siguiendo la dramática situación en Haití, donde continúa la violencia contra la población, obligada a huir de sus hogares en busca de seguridad en otros lugares, dentro y fuera del país”, dijo el papa ante los miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro.
“No olvidemos nunca a nuestros hermanos y hermanas haitianos”, rogó el pontífice al pedir “a todos que recen para que cese toda forma de violencia”.
Y también instó “a que con el compromiso de la comunidad internacional, sigamos trabajando para construir la paz y la reconciliación en el país, defendiendo siempre la dignidad y los derechos de todos”.