Tras la nevada del fin de semana, Madrid vivió la madrugada del martes una histórica helada que está complicando la limpieza de las calles, repletas de montículos de hielo y con una movilidad mínima de vehículos y peatones.
La capital española alcanzó una temperatura mínima de -10.8 ºC, un récord en el último medio siglo, según la agencia meteorológica estatal, AEMET.
El centro de España sigue cubierto por las nieves de la borrasca Filomena, y en la provincia de Teruel, al este de Madrid, se alcanzaron los 25.4 grados bajo cero, según AEMET, que describió una “gélida madrugada” con valores “históricos” y “claramente por debajo de los normales para la fecha en todo el país”.
El frío extremo ha petrificado la nieve caída durante el fin de semana en Madrid. Este martes, tanto los operarios del ayuntamiento como los vecinos seguían luchando por despejar las aceras con palas, escobas y sal gorda, dejando a los lados voluminosos montículos de hielo.
Las principales arterias de la capital fueron abiertas desde el domingo, con ayuda del ejército.
Pero las calles secundarias e incluso vías muy comerciales siguen impracticables, con miles de árboles tronchados por el peso de la nieve y un tráfico mínimo de vehículos y de personas que recuerda al confinamiento primaveral, dictado entonces para contener la pandemia del nuevo coronavirus.
“No sale prácticamente nadie a la calle, y el que sale, lo hace con mucha precaución”, cuenta a AFP Abel Vacas, que vino con una pala a limpiar la acera de la papelería regentada por su mujer.
Junto a cuatro contenedores de basura repletos −no se recogen desde el fin de semana por las dificultades de circulación−, dice este hombre de 40 años que está “indignado con el gobierno”, por no hacer aún más frente a esta “catástrofe”.