Habitantes y médicos de Nicaragua temen que el país esté a las puertas del caos por la rápida propagación de la Covid-19, ante la falta de medidas para contenerla y un hermetismo oficial sobre los contagios en el territorio.
“Estamos entrando a una fase de propagación comunitaria rápida del virus. A medida que la curva exponencial siga aumentando y produciendo mas afectados, se va a poner una situación caótica”, advirtió a la AFP el epidemiólogo Álvaro Ramírez.
La emergencia sanitaria inquieta a los nicaragüenses, en medio de denuncias de hospitales colapsados por pacientes con males respiratorios, y muertos por “neumonía atípica”, según los registros, que son sepultados en cajones sellados, en “entierros express”, sin velatorios ni funerales multitudinarios.
Esta situación se ha hecho especialmente evidente en la ciudad de Chinandega (noroeste), considerada el epicentro del contagio.
Extraoficialmente se estima que el país cuenta con entre 5.000 y 6.000 camas hospitalarias y 160 ventiladores. No hay datos oficiales.
Policías y otros sin uniformes mantienen una guardia en los alrededores de hospitales y cementerios para alejar a periodistas que intentan tomar fotos, videos, o hablar con familiares de pacientes.
Como muchos otros aislados de sus seres queridos internados, los familiares del popular exjugador de softbol Alberto Mendoza, se vieron impedidos de acompañarlo en los 11 días que pasó hospitalizado hasta su muerte en un hospital de Chinandega.
Mendoza, de 74 años, había sido ingresado el 2 de mayo con "fiebre, tos y los pulmones sucios", contó a la AFP su esposa, Consuelo Mendoza.
Ese fue el último día que vio a su esposo. Tras el fallecimiento, tuvo tres horas para preparar el funeral y solo una hija pudo asistir, lamentó la mujer.
El acta de defunción dice que Mendoza murió de "insuficiencia respiratoria y neumonía atípica", pero su familia sospecha que lo mató el coronavirus.
La presidenta de la Asociación Médica Nicaragüense, Gretel Solís, aseguró que el país está en una instancia de "transmisión comunitaria" de la Covid-19, es decir, que se propaga entre la población a nivel local.
El Observatorio Ciudadano, una iniciativa de la sociedad civil, contabilizó hasta el 13 de mayo 266 fallecidos y 1.270 casos sospechosos de coronavirus. Por el contrario, el Ministerio de Salud reconoce solo 8 muertos y 25 contagios en el país.
La Coalición Nacional, que agrupa a varias organizaciones opositoras, emitió un comunicado en el que denuncia el manejo de la información de la administración de Daniel Ortega: “Las familias de fallecidos por Covid-19 enfrentan a un gobierno que les miente, les entrega actas de defunción que no se corresponden con la verdad diagnóstica”.