El grupo libanés chií Hizbulá reivindicó este domingo cuatro ataques con drones y proyectiles contra el norte de Israel, así como “concentraciones” de soldados israelíes en la frontera líbano-israelí, en tanto la aviación militar del Estado judío continuó sus bombardeos del sur y el este del país árabe.
En sendos comunicados, la formación chií aseguró que atacó con “un escuadrón de drones de asalto la base de Ain Khuzlut (una base militar de comunicaciones) ubicada a 55 kilómetros” de la divisoria, y afirmó que “el ataque alcanzó su objetivo con precisión”.
Señaló también que sus combatientes lanzaron “andanadas de misiles contra concentraciones de las fuerzas del Ejército israelí enemigo” en el asentamiento israelí de Hagoshrim, así como en las afueras de la localidad de Shebaa y entre las aldeas de Hula y Markaba, en el sur libanés.
Por su parte, la aviación israelí continuó este domingo sus bombardeos de varias localidades del este y el sur del Líbano, especialmente en Nabatiyeh y Tiro, uno de los puntos más castigados por los ataques israelíes en los últimos días.
La agencia nacional de noticias libanesa, NNA, informó de que las operaciones de retirada de los escombros continúan en Tiro, y elevó a 17 las víctimas mortales de un ataque anterior en la aldea de Ras al Ain, tras la recuperación este domingo del cadáver de un “mártir”.
El Ministerio de Salud Pública libanés cifró el sábado en 3,136 el número de víctimas mortales, y en 13,979 el de heridos, desde el inicio del intercambio de fuego cruzado entre Hizbulá e Israel en octubre de 2023.
La mayor parte de esas víctimas se registró a partir del pasado 23 de septiembre cuando Israel comenzó su campaña de bombardeos masivos y sin precedentes contra el sur y el este del Líbano, incluida Beirut, por la que más de 1.2 millones de personas se vieron obligadas a desplazarse.