El excongresista, exministro y excandidato presidencial de Honduras Yani Rosenthal se declaró el miércoles 26 de julio culpable de lavar dinero para el cartel de la droga Los Cachiros, informó la fiscalía de Nueva York.
Rosenthal, de 52 años de edad, enfrenta ahora una pena máxima de 10 años de cárcel y deberá pagar $500 mil como compensación al gobierno estadounidense, además de una multa de $2.5 millones de dólares.
El otrora poderoso empresario de Honduras, uno de los países más violentos del mundo, es acusado de lavar dinero para Los Cachiros entre 2004 y septiembre de 2015, cuando fue sucesivamente ministro de la Presidencia en el gobierno de Manuel Zelaya (2006 y 2007), legislador (2010-2014) y candidato a la Presidencia en 2009 y 2013.
Rosenthal se entregó a la justicia estadounidense en octubre de 2015. Será sentenciado el 13 de octubre por el juez John Koetl.
"Ahora este exfuncionario gubernamental y dos veces candidato a la Presidencia de Honduras espera sentencia ante un juez federal estadounidense por su contribución a la crisis mundial de la droga", dijo el fiscal interino de Manhattan, Joon Kim, en un comunicado.
La fiscalía de Nueva York acusó en octubre de 2015 a a Rosenthal, a su padre Jaime Rosenthal, un exvicepresidente y exlegislador hondureño, así como a su primo Yankel Rosenthal, exministro de Inversiones del actual presidente Juan Orlando Hernández, de utilizar entidades asociadas al holding familiar Inversiones Continental para lavar dinero del narcotráfico para Los Cachiros, un cartel que traficó toneladas de cocaína a Estados Unidos antes de ser desmantelado por la agencia antidroga estadounidense, la DEA.
"Rosenthal ayudó a Los Cachiros a lavar dinero de la droga y a ganar acceso al sistema financiero internacional a través de una variedad de supuestos negocios", enriqueciéndose en el proceso a través del cobro de honorarios a narcos y de sobornos para sus campañas políticas, dijo la fiscalía.
La justicia estadounidense asegura que varios aspectos del esquema de lavado de dinero en el que participó Yani Rosenthal "también recibieron apoyo de Fabio Lobo", el hijo del expresidente de Honduras Porfirio Lobo (2010-2014) que aguarda sentencia por narcotráfico en Nueva York.
La fiscalía detalla cómo los Rosenthal lavaban dinero, por ejemplo haciendo que una firma asociada a su holding Inversiones Continental comprara ganado en subastas a una empresa de Los Cachiros. La carne era procesada y exportada a Estados Unidos, entre otros países, y el dinero permitía al cartel obtener fondos para promover sus actividades criminales y comprar otros activos.
Rosenthal y otros también usaron el Banco Continental, controlado por su familia, para procesar los pagos relacionados a estas transacciones y para financiar otras actividades de Los Cachiros como un zoológico, préstamos para comprar equipos para la empresa de construcción, una empresa minera y una plantación de aceite de palma africana del cartel.
El padre de Yani, Jaime Rosenthal, de 81 años de edad, permanece en arresto domiciliario en Honduras, y el gobierno estadounidense busca extraditarlo. Su primo Yankel Rosenthal fue detenido en Miami en octubre pasado.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro estadounidense designó en 2015 a los Rosenthal y a siete de sus negocios, entre ellos el Grupo Continental y el Banco Continental, en la Lista Clinton, como "traficantes de narcóticos especialmente designados", lo cual permitió el bloqueo de millones de dólares del grupo.
Uno de los líderes de Los Cachiros, Devis Leonel Rivera Maradiaga, negoció un acuerdo de colaboración con la DEA, se entregó a las autoridades y es un testigo clave del proceso contra Fabio Lobo.
A raíz de las denuncias de Rivera, las autoridades descubrieron que Los Cachiros tenían al menos 22 contratos con el exgobierno Lobo, según la fiscalía de Honduras. El líder de Los Cachiros dijo a la justicia estadounidense que a cambio de sobornos el cartel era protegido por Fabio Lobo y por el entonces presidente Porfirio Lobo, su hermano Ramón "Moncho" Lobo, el actual ministro de Seguridad Julián Pacheco y el diputado Antonio Hernández, hermano del presidente Juan Orlando Hernández, así como por policías y militares corruptos.