Con la divulgación de los Pandora Papers, se conoció que el magnate chileno Carlos Cardoen, quien es acusado por Estados Unidos desde hace más de dos décadas de traficar armas a Iraq, registró sociedades en Panamá.
De acuerdo con la investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), los Pandora Papers implicó la filtración de más de 86 mil registros de la firma panameña Arias, Fábrega & Fábrega (Arifa) y documentos adicionales de otro proveedor offshore, Amicorp.
El ICIJ exploró esos registros con sus colaboradores en América Latina. En la investigación del caso de Cardoen trabajaron Convoca, en Perú; La Nación y El DiarioAr, en Argentina, y CIPER y LaBot en Chile, entre otros. La Prensa no participó en esta ocasión.
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Cardoen, quien está a la espera de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile le conceda amparo diplomático para evitar su extradición a Estados Unidos, registró en 1985 su primera empresa, cuando -según los documentos del ICIJ- ya exportaba bombas a Irak.
Luego de la investigación del consorcio, Arifa envió un comunicado a sus clientes en el que menciona que su relación con Cardoen terminó en 2010.
Adjuntos
Comunicado de ARIFA.pdf“En días recientes recibimos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) solicitud de información sobre un cliente que atendimos en la firma hasta el año 2010. Sin compartir información sujeta a reserva profesional, la firma atendió la solicitud detallando los altos estándares que la firma usa y ha usado en la selección de su clientela”, destacó el comunicado.
Arifa también aclaró a sus clientes que, a pesar de que se le suministró a ICIJ una descripción de sus estándares y procesos de debida diligencia, el consorcio publicó una nota con información incompleta y un tono de periodismo sensacionalista, “que se presta a apreciaciones incorrectas”.
Según la investigación de ICIJ, una vez terminó su relación con Arifa, Cardoen encontró a otro abogado panameño, Rolando Candanedo, para que actuara como agente registrado de sus sociedades extraterritoriales.
ICIJ contactó a través de correo electrónico a Candanedo, quien le contestó que su firma cumple con las leyes panameñas y mencionó que acuerdos de confidencialidad le impiden opinar o “incluso confirmar quién es o no nuestro cliente”.
Además, en 2019, el hijo del magnate, Andrés Cardoen, afirmó -siempre según los documentos del ICIJ- que su padre y otros miembros de la familia “no tienen ni tenían capital en el extranjero”.
Cardoen ha solicitado el levantamiento de la alerta roja internacional que emitió Interpol; por ello solicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile amparo diplomático.
El empresario fue procesado por un gran jurado federal en la ciudad de Miami, Estados Unidos, en 1993 y fue acusado de importar ilegalmente un metal llamado circonio y por la fabricación de armas que eran vendidas al régimen de Saddam Hussein en Iraq.
De acuerdo con el reporte de ICIJ, las compañías de Cardoen habían construido armas para el ejército chileno durante el régimen de Augusto Pinochet.