Israel bombardeó la costa oeste y zonas del interior de Yemen este jueves, con objetivos como el aeropuerto de Saná, en respuesta a los lanzamientos de misiles balísticos y drones a territorio israelí por parte de los rebeldes hutíes, anunciaron las fuerzas armadas.
La aviación israelí lanzó un ataque “basado en inteligencia” contra infraestructuras utilizadas por los hutíes en el aeropuerto de Saná, las centrales energéticas de Hezyaz y Ras Kanatib y otras posiciones en los puertos de Hodeida, Salif y Ras Kanatib, en la costa oeste, según un comunicado militar.
El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, confirmó en su cuenta de X, que se encontraba en el aeropuerto de Saná al momento del bombardeo.
De acuerdo con Adhanom, se encontraba en Yemen junto a personal de las Naciones Unidas con el fin de negociar la liberación de los detenidos del personal de la ONU y evaluar la situación sanitaria y humanitaria en ese país.
Our mission to negotiate the release of @UN staff detainees and to assess the health and humanitarian situation in #Yemen concluded today. We continue to call for the detainees' immediate release.
— Tedros Adhanom Ghebreyesus (@DrTedros) December 26, 2024
As we were about to board our flight from Sana’a, about two hours ago, the airport… pic.twitter.com/riZayWHkvf
“Siguiendo el visto bueno de los planes de actuación por parte del jefe del Estado Mayor, el ministro de Defensa y el primer ministro, los aviones de combate de las Fuerzas del Aire llevaron a cabo ataques basados en inteligencia contra objetivos militares del régimen terrorista hutí”, anunció el Ejército en torno a una hora después de que se produjeran los primeros informes sobre el ataque.
Israel asegura que estos objetivos eran utilizados por los hutíes para el contrabando de armas iraníes en la región, así como puerta de entrada de altos cargos del régimen de Irán.
“Esto es un ejemplo más de la explotación por parte de los hutíes de las infraestructuras civiles para objetivos militares”, añadió el Ejército, que se pronuncia en términos similares cuando sus ataques en Gaza o Líbano se producen contra lugares en los que se pueden producir víctimas civiles.
El Ejército acusó al grupo armado yemení de apoyarse en la financiación iraní y actuar como un agente de la república islámica, atacando barcos internacionales en el mar Arábigo, el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandab, para desestabilizar la región.
“Las fuerzas armadas no durarán de actuar a cualquier distancia contra cualquier amenaza al Estado de Israel y sus ciudadanos”, amenazaron veladamente.
Con el ataque, Israel asegura responder a los hutíes, quienes “repetidamente han atacado al Estado de Israel y a sus ciudadanos, incluyendo ataques con drones y misiles tierra a tierra”.
Ayer por la tarde, un dron de los hutíes cayó en un espacio abierto en territorio israelí sin causar víctimas, mientras que de madrugada los sistemas de defensa aérea interceptaron un misil que se dirigía al centro del país.
Por la noche, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, volvió a advertir al grupo yemení: “Los hutíes también aprenderán lo que Hamás, Hizbulá, el régimen de (Bashar) Asad y otros han aprendido, y esto también llevará tiempo. Esta lección se aprenderá en todo Oriente Medio”.
En la madrugada del 21 de diciembre, un misil de los rebeldes yemeníes impactó en un parque para niños en medio de una zona residencial de Tel Aviv.
A raíz de estos ataques, el ministro de Exteriores, Gideon Saar, instruyó a las misiones diplomáticas del país en Europa para que presionen a los distintos estados para que designen como “organización terrorista” a los hutíes.
El pasado 17 de enero, Estados Unidos anunció que volvía a designar como una organización terrorista al grupo rebelde yemení, algo que ya hizo Donald Trump durante su primera Administración y luego revertió el Gobierno de Joe Biden.
Los rebeldes hutíes, al igual que en su momento la organización chií libanesa Hizbulá, comenzaron su campaña de lanzamiento de cohetes a Israel a raíz de la ofensiva en Gaza, que se extiende ya más de 14 meses, informando habitualmente de sus ataques como un acto de “apoyo al pueblo palestino”.