Jurado electoral de Perú retoma labor en medio de aguas turbulentas

Jurado electoral de Perú retoma labor en medio de aguas turbulentas


El jurado electoral de Perú retomó este sábado sus labores para determinar el ganador de las elecciones, aunque navega en aguas turbulentas tras descubrirse maniobras desde prisión de Vladimiro Montesinos para comprar magistrados y volcar la balanza en favor de Keiko Fujimori, hija de su antiguo jefe.

El magistrado Víctor Raúl Rodríguez se incorporó este sábado al jurado, con lo que acabó la paralización causada por la deserción de otro miembro hace tres días, que impedía avanzar en el lento proceso para dirimir impugnaciones de votos y proclamar al nuevo presidente.

Rodríguez prestó el juramento ante un crucifijo y una Biblia, mientras Perú sigue sin conocer quién será su nuevo presidente tras el balotaje del 6 de junio, cuyo escrutinio final da una ventaja de 44,000 votos al izquierdista Pedro Castillo sobre su rival derechista.

“La justicia electoral no puede quedar paralizada ni bloqueada”, dijo tras tomar juramento a Rodríguez el titular del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Jorge Luis Salas, quien ha estado bajo asedio del fujimorismo, incluso con manifestaciones afuera de su hogar.

El JNE recuperó el quorum para sesionar, sin plazo para proclamar al nuevo presidente, mientras Piero Corvetto, el jefe del órgano electoral (ONPE), que organizó la votación y el escrutinio, denunció que sufrió una “agresión física” este sábado dentro del club de yates de Lima.

El JNE está en el ojo del huracán tras la divulgación el jueves de audios de Montesinos, el exjefe de inteligencia de Alberto Fujimori, dando instrucciones por teléfono desde la cárcel de la Base Naval del Callao para comprar a tres magistrados del Jurado.

La Fiscalía abrió una investigación, lo mismo que la Marina, pues Montesinos, quien cumple una condena de 25 años, hizo sus llamadas a un militar retirado fujimorista desde un teléfono fijo del penal de la Base, aunque solo tenía permiso para llamar a su pareja.

Cuatro oficiales navales del penal, incluido su jefe, fueron relevados este sábado “mientras se realicen las investigaciones conforme a la ley”, informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.

Además, se solicitará a la compañía de telecomunicaciones “la lista completa de llamadas desde el teléfono fijo”, añadió.

En la primera de 17 llamadas, Montesinos le pide al comandante retirado Pedro Rejas que hable con el abogado Guillermo Sendón para que éste contacte a tres de los cuatro miembros del JNE para sobornarlos e impedir que eventualmente proclamen a Castillo como ganador.

“Esa vaina te cuesta tres palos [tres millones de dólares]. Un palo para cada uno” de los magistrados, le dice Sendón a Rejas. El titular del JNE no sería contactado, según los audios.

Las primeras llamadas se hicieron el 10 de junio, pero, el 23, Montesinos volvió a llamar a Rejas para que insistiera.

“Es la única forma, no hay otra ya”, le dice Rejas a Montesinos en los audios, divulgados el mismo día que se cumplían 20 años de su detención en Venezuela.

“No hay otra, ya no hay otra, porque ha pasado mucho tiempo [...], pero hazle tú entender, al papá o a la chica [Alberto o Keiko], no sé con quien hables, que [...] estamos tratando de ayudar en un objetivo común”, le indica Montesinos, de 76 años.

“¿Yo qué gano en esto? Nada [...]. Simplemente estoy tratando de ayudar porque, si no, se joden: la chica terminará presa”, agrega.

De perder la presidencia, Fujimori deberá ir a juicio por lavado de dinero por el escándalo de aportes ilegales del gigante brasileño de la construcción Odebrecht. La candidata, que niega los cargos, arriesga una condena de 30 años.

Fujimori buscó minimizar este sábado el impacto de estas grabaciones. “Hemos escuchado con indignación esos audios [...], escuchando la voz de un hombre [Montesinos] que traicionó a todos los peruanos. Yo rechazo este tipo de insinuaciones, donde se nota además que esto está armado de una forma burda”, afirmó en un mitin.

A la misma hora miles de seguidores de Castillo marcharon en Lima para exigir que el JNE proclame cuanto antes a su candidato como presidente electo.

A su llegada al poder en 1990, Alberto Fujimori puso a Montesinos al frente de los servicios de inteligencia, desde donde se tornó la eminencia gris de un gobierno.

Una década más tarde, en septiembre de 2000, y con el gobierno contra las cuerdas, Montesinos cayó en desgracia con la divulgación de videos que lo mostraban sobornando a legisladores opositores para que apoyaran a Fujimori, quien había sido reelegido para un tercer periodo. Se desató una crisis que condujo al presidente a huir a Japón y enviar su renuncia por fax.

En las semanas siguientes se divulgaron más “vladivideos” y Montesinos huyó a Venezuela, donde fue detenido el 24 de junio de 2001 y devuelto a Perú.




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