La líder opositora peruana Keiko Fujimori se negó este lunes a declarar ante un fiscal en una investigación por supuestos aportes ilegales de campaña, tras nuevas revelaciones en la causa por la cual se encuentra en prisión preventiva.
"No existen las garantías mínimas de respeto al debido proceso. No es casualidad que (el fiscal) haya programado mi declaración en la semana decisiva que el Tribunal Constitucional está debatiendo mi libertad", indicó Keiko en un mensaje divulgado en las redes sociales.
"No voy a prestarme al juego perverso de un fiscal que quiere escribir un nuevo capítulo de su serie de abusos y atropellos", añadió la otrora todopoderosa líder política y dos veces candidata presidencial.
El fiscal José Domingo Pérez iba tomar una ampliación de declaración a Keiko, en la causa por aportes ilegales de empresas a su campaña presidencial en 2011, luego de que surgiera una nueva información la semana pasada.
El grupo financiero Credicorp aportó 3,6 millones dólares a la campaña de Keiko en 2011, reveló Dionisio Romero, presidente de la compañía. Aunque dijo no haber incurrido en "ninguna responsabilidad legal", la donación es investigada.
El testimonio se suma a los de exresponsables de la constructora brasileña Odebrecht, que dijeron haber aportado dinero para la campaña. La corrupción en la firma brasileña ha salpicado también a cuatro expresidentes peruanos.
Keiko, de 44 años, niega haber recibido esas sumas.
"Ella ha manifestado hacer uso a su derecho a guardar silencio", dijo a la prensa Pérez tras salir de la cárcel de mujeres de Chorrillos, en el sur de Lima, donde se encuentra en prisión preventiva desde el 31 de octubre de 2018.
La abogada de Keiko, Giulliana Loza, dijo que "en atención de que son constantes las afectaciones al debido proceso", su clienta decidió optó por guardar silencio.
"Ella ha hecho uso al derecho de guardar silencio, que es un derecho que le asiste, guardar silencio a todos los procesos y como bien ha reconocido el fiscal, es un derecho que no puede ser usado en su contra", señalo Loza.
Paralelamente, el marido de Keiko, el estadounidense Mark Vito Villanella, cumplió este lunes 13 días en huelga de hambre para exigir la liberación de su esposa, quien afirma que es víctima de una "persecución política".
Villanella cumple el ayuno en la calle, frente a la cárcel donde está su esposa.
La primogénita del también encarcelado expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) es acusada por la fiscalía de lavado de activos por los supuestos aportes millonarios de campaña de Odebrecht y de otras empresas.
El Tribunal Constitucional debe resolver en los próximos días un recurso para excarcelar a Keiko presentado por su hermana Sachi Fujimori.
