La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este viernes, con el apoyo de congresistas demócratas y republicanos, una extensión del presupuesto federal para evitar que esta medianoche se produzca un cierre de Gobierno por falta de fondos.
La nueva propuesta, que dota a la Administración federal de fondos hasta el 14 de marzo del próximo año, logró el apoyo necesario de dos tercios de la Cámara y la pelota está ahora en el tejado del Senado, donde los demócratas tienen mayoría.
El texto recibió en la Cámara Baja 366 votos a favor y 34 en contra.
Todo apunta a que Estados Unidos logrará evitar ‘in extremis’ el cierre de Gobierno, una posibilidad que parecía más cercana que nunca después de que el presidente electo, Donald Trump, y su mano derecha Elon Musk dinamitaran el miércoles un acuerdo que habían alcanzado los líderes demócratas y republicanos del Congreso.
Trump y Musk, quien se encargará de recortar el gasto público en el futuro Gobierno, forzaron a que la mayoría republicana de la Cámara Baja rompiera el acuerdo y llevara a votación un plan unilateral que el jueves se hundió en el pleno por la oposición de los demócratas y de algunos republicanos.
El texto aprobado este viernes por la Cámara Baja de 118 páginas, simplifica notablemente el acuerdo bipartidista inicial, que tenía 1,547 páginas, algo que había indignado a Musk.
La propuesta aprobada extiende el presupuesto federal hasta el 14 de marzo de 2025, cuando Trump ya estará en el poder (la investidura es el 20 de enero) e incluye 100,000 millones de dólares para prevención de desastres naturales y 10,000 millones para apoyo a los granjeros.
Pero el nuevo plan deja fuera una de las exigencias que hizo Trump en las últimas horas: la eliminación del techo de la deuda, que establece un tope para el endeudamiento del Gobierno, lo que suponía una línea roja para los demócratas y algunos republicanos.
El Partido Republicano se ha opuesto tradicionalmente al aumento de la deuda pública, pero el presidente electo prevé que necesitará endeudarse para llevar a cabo sus planes de gobierno y quería que la eliminación del techo de deuda se aprobase mientras Joe Biden todavía está en la Casa Blanca.
Un cierre de Gobierno que dejaría a cientos de miles de trabajadores públicos sin cobrar, varias agencias operando en servicios mínimos y la clausura de algunos museos y parques nacionales.