La última ola de la Covid-19 continúa propagándose por Europa; los casos de contagio superan con creces los niveles oficiales del invierno y la primavera de este año. Sin embargo, si analizamos con más detalle, hay luces de esperanza en algunos de los países europeos más afectados.
Francia, España, el Reino Unido e Italia, junto con Rusia, registran más de 1 millón de casos, por lo que los titulares siguen siendo lamentables. Mientras Estados Unidos supera los 10 millones de contagios, Europa ha sido otro epicentro del resurgimiento de la pandemia durante el otoño.
Sin embargo, durante la última semana, el número de nuevos casos se estabilizó o comenzó a disminuir en el Reino Unido, Alemania y Francia.
Los países pequeños más afectados, como Bélgica, los Países Bajos y República Checa, han registrado grandes descensos en las tasas diarias de contagio. Por ejemplo, el último recuento diario de Bélgica, de alrededor de 4,300 nuevos casos, se redujo desde los niveles máximos de más de 20,000 nuevos contagios por día registrados hace menos de dos semanas.
Las alentadoras señales surgen después de que muchos países europeos implementaran nuevas restricciones, como el cierre de tiendas, bares y restaurantes, que no son esenciales, en un esfuerzo por frenar la pandemia.
Irlanda, uno de los primeros en restablecer las restricciones, redujo el número de nuevas infecciones a 240 en las últimas 24 horas, lo que se compara con los más de 1,200 casos al día de mediados de octubre.
El ministro de Salud alemán, Jens Spahn, dijo que las nuevas cifras son alentadoras, pero que es demasiado pronto para hablar de una nueva tendencia. El efecto de las nuevas medidas aún no se puede evaluar, dijo una portavoz.
Europa superó a Estados Unidos. a principios del otoño en términos de tasas de contagio, pero siguen siendo más altas en Francia, Italia, el Reino Unido y España.
Sin embargo, Estados Unidos ha vuelto a superar al continente. El último recuento diario del sitio web Our World in Data muestra a la UE con 320 nuevos casos diarios por millón de personas, en comparación con los 445 por millón en Estados Unidos.
En gran parte de Europa, las muertes siguen aumentando, y el recuento de la Organización Mundial de la Salud para la región, incluida Rusia, aumentó 44% en la semana hasta el 8 de noviembre.
Las tasas de ocupación de las unidades de cuidados intensivos en los hospitales de Francia siguen aumentando; hasta el miércoles, las salas hospitalarias destinadas a la Covid-19 se encontraban al 94% de su capacidad.
Esos son indicadores rezagados, ya que el virus tarda un tiempo en imponerse y la infección, en empeorar. De manera similar, una estabilización o disminución en los casos nuevos no se verá reflejada de inmediato en las tasas de hospitalización o mortalidad.
Las autoridades también han aprendido a ser cautelosas tras su experiencia de hace algunos meses, cuando el virus comenzaba a retirarse de forma generalizada antes de la nueva ola que comenzó a fines del verano.
“Este es un maratón y estamos cerca del inicio, no cerca del final”, dijo en una entrevista el primer ministro belga, Alexander De Croo, reconociendo algunas señales de mejora. “Tenemos que prepararnos con medidas a más largo plazo”.