El oficial más veterano del Departamento de Policía de Minneapolis, en el norte de Estados Unidos, declaró el viernes que la fuerza que ejerció el expolicía Derek Chauvin, acusado de causar la muerte del afroamericano George Floyd, fue “totalmente innecesaria”.
El teniente Richard Zimmerman, llamado a declarar por la acusación en el quinto día del juicio contra Chauvin por asesinato y homicidio culposo, aseguró que el exagente, despedido tras la muerte de Floyd, había violado las políticas sobre el uso de la fuerza.
Zimmerman dijo al fiscal Matthew Frank que había revisado el video captado por transeúntes y las imágenes de la cámara corporal de la policía que muestran el arresto de Floyd, el 25 de mayo de 2020, en el que participaron Chauvin y tres oficiales que también enfrentan cargos.
Cuando Frank le preguntó su opinión sobre el uso de la fuerza que ejerció Chauvin contra Floyd, Zimmerman dijo: “Totalmente innecesaria”.
“Tirarlo al suelo boca abajo y ponerle la rodilla en el cuello durante ese lapso de tiempo es simplemente innecesario”, dijo. “No vi ninguna razón por la que los agentes sintieran que estaban en peligro, si es eso lo que sentían. Y eso es lo que tendrían que sentir para usar ese tipo de fuerza”, añadió.
El vídeo muestra a Floyd, un hombre negro de 46 años, esposado y sufriendo durante más de nueve minutos la asfixiante presión en el cuello de la rodilla de Chauvin, un agente blanco que lo arrestó por usar un billete falso de 20 dólares para comprar cigarros.
La muerte del afroamericano provocó protestas contra la injusticia racial y la brutalidad policial en Estados Unidos y otras partes del mundo.
Los fiscales tratan de demostrar que las acciones de Chauvin, con una experiencia de 19 años en la policía, provocaron la muerte de Floyd, quien estaba tumbado boca abajo en la calle diciendo repetidamente: “No puedo respirar”.
Eric Nelson, el abogado defensor del exagente, afirma, sin embargo, que Floyd murió debido al consumo de drogas ilegales y a problemas médicos subyacentes.
Frank le preguntó a Zimmerman, que se incorporó al Departamento de Policía de Mineápolis en 1985 y actualmente forma parte de la unidad de homicidios, si había sido “entrenado para arrodillarse sobre el cuello de alguien que está esposado por la espalda boca abajo”.
“No”, respondió.
Una vez que un sospechoso es esposado “esa persona es tuya”, dijo. “Es tu responsabilidad. Su seguridad es tu responsabilidad”.
Zimmerman también dijo que una vez que un sospechoso está esposado, “hay que sacarlo de la posición prona lo antes posible porque restringe su respiración”.
“Hay que ponerlos de lado o hacer que se sienten”, explicó.
El testimonio de Zimmerman sucede al del sargento de policía que había sido el supervisor de turno de Chauvin el día de la detención de Floyd.
David Pleoger, ahora jubilado, también tuvo que dar su opinión sobre el uso de la fuerza en la detención de Floyd.
“Cuando el Sr. Floyd ya no oponía ninguna resistencia a los agentes, podrían haber puesto fin a su inmovilización”, dijo Pleoger.
Derek Smith, un paramédico, testificó el jueves que Chauvin y otros uniformados todavía estaban encima de Floyd cuando él y su compañero Seth Bravinder llegaron al lugar.
Smith dijo que comprobó la arteria carótida del cuello de Floyd para ver si tenía pulso. “No sentí ninguno”, dijo. “Pensé que estaba muerto”.