La guerra entre Israel y las milicias palestinas libra una dura batalla en internet

La guerra entre Israel y las milicias palestinas libra una dura batalla en internet
Vista del hospital Al Ahli de Gaza el 18 de octubre de 2023 tras la explosión del martes.


El aparato de propaganda de Israel y las milicias palestinas de Gaza se puso a funcionar a todo gas, con la ayuda de las redes sociales, tras el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre en suelo israelí y ha alcanzado cotas exponenciales en las últimas horas después de la explosión en un hospital de la Franja.

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Prueba de ello es que cuando uno se mete en plataformas como X (antiguo Twitter), Instagram o Facebook resulta imposible aclararse sobre lo que pasó realmente en ese centro, el hospital Al Ahli, donde las autoridades y grupos palestinos aseguran que casi 471 personas murieron por un bombardeo israelí, mientras que Israel indica que se trató de un disparo fallido de un cohete del grupo Yihad Islámica.

El director ejecutivo de la organización verificación de datos FakeReporter, Achiya Schatz, explicó a EFE que, con todas las precauciones, dado que ellos trabajan con información de fuentes abiertas y no están sobre el terreno, se inclinan por la hipótesis de que no fue un proyectil lanzado por Israel, sino un cohete que cayó accidentalmente en el hospital.

Matizó que el proceso para confirmar lo ocurrido todavía está en marcha y es necesario más tiempo para comprender bien lo que pasó.

”Hay otra campaña enorme por parte de los dos bandos disputando sobre lo que realmente pasó con declaraciones por un lado de que fue culpa de Israel, de que fueron Hamás y Yihad (Islámica)... Y realmente creo que nadie lo sabe realmente”, zanjó Schatz.

El experto subrayó que normalmente el más rápido en sacar la información es quien “domina la narrativa”, aunque al mismo tiempo “hay un compromiso menor en una conversación basada en datos”.

Ayer, “vimos a Hamás y Al Jazeera publicando rápido al principio que fue Israel, vimos un retraso por parte del Ejército israelí en salir con una declaración de que no era él con algunas pruebas y documentación, pero la narrativa (inicial) ya había tomado cuerpo tanto dentro como fuera del mundo árabe”, opinó.

El ataque por sorpresa de Hamás del 7 octubre contra Israel no solo cambió las reglas del juego sobre el terreno de un conflicto que lleva décadas abierto, sino también en el mundo virtual donde las cuentas falsas y la desinformación están campando a sus anchas.

El vicepresidente de marketing de la compañía de ciberseguridad Cyabra, Rafi Mendelsohn, explicó a EFE que han podido constatar que en los dos primeros días del ataque de Hamás uno de cada cuatro perfiles en las redes sociales, es decir el 25%, que participaban en “la conversación” sobre Israel, Palestina, Gaza y Hamás era “falso”.

Este experto destacó que por ahora han sido incapaces de definir cuál es el origen de esas cuentas.

Schatz recordó que, cuando los militantes del grupo islamista palestino iniciaron su asalto, llegaron a Israel no solo con armas de fuego, sino también con teléfonos, baterías, cámaras y “todo aquello que necesitaban para lanzar un ataque digital e información en paralelo al ataque físico”.

En su opinión, a Israel le pilló desprevenido en el terreno virtual, ya que las imágenes grabadas por Hamás circularon por toda la red con vídeos “glorificando actos horribles” junto con “escenas típicas de guerra”.

Agregó que a ambas partes les vino bien la circulación de esos vídeos porque para Israel es importante mostrar lo que Hamás está haciendo, con lo que esas imágenes inundaron la red. Eso fue en una primera fase ya que acto seguido apareció lo que vendría a ser “información de guerra” de los dos bandos, las opiniones y “conspiraciones impulsadas a la luz de Irán y Rusia”.

”Hay un vacío de información dentro de Israel y hemos visto entidades extranjeras, facciones políticas internas y amplificadores de conspiraciones, todos ocupan ese vacío y esparcen información”, remarcó.

Quizás uno de los casos más llamativos fue el de los 40 bebés decapitados que las autoridades israelíes aseguraron que habían encontrado en un kibutz en el sur del país donde habían entrado los islamistas durante su ataque. Schatz indicó que “esa fue una narrativa muy fuerte que ha resultado ser falsa”: nunca salió a la luz ninguna prueba de que hubiera bebés decapitados, aunque fue predominante en el mundo virtual e incluso logró saltar a medios de comunicación tradicionales.

Ante la desinformación en la red es complicado protegerse. Mendelsohn señaló que durante esta guerra ha habido cuentas que han publicado 600 mensajes en el espacio de dos días: “Miras la fuente y ves que están haciendo un ‘post’ cada pocos minutos. Eso no es humano, no es un comportamiento auténtico”.

El hecho de que en los primeros dos días una de cada cuatro cuentas que hablaba sobre la situación en la región fuera falsa demuestra la necesidad de que los usuarios tienen que comprobar bien la información que están viendo en internet para estar seguros de los datos que reciben.


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