La peor falla de la inteligencia israelí en toda su historia



El olor a quemado aún se siente en el interior de las pequeñas casas del kibutz Nir Oz, en Israel, a unos cuantos cientos de metros de Gaza, donde el 7 de octubre de 2023, miembros del grupo terrorista Hamás irrumpieron en la mañana para masacrar y secuestrar a cientos de personas –muchas de ellas, ancianas– de esta pequeña comunidad de unas 400 personas.

Lo mismo ocurrió a otros cientos de metros de allí, durante un festival musical que se llevaba a cabo al aire libre, llamado Encuentro Supernova Sucot, donde otros terroristas palestinos acabaron en cuestión de unas pocas horas con la vida de 364 jóvenes, en su mayoría, mientras cientos más fueron heridos y/o secuestrados.

Un año después, el kibutz está congelado en el tiempo. Sus habitantes emigraron tras el feroz ataque. Y ayer –domingo– solo unos pocos familiares estaban allí, visitando esas casas vacías, mientras equipos de televisión de América Latina, de Estados Unidos, Australia e Israel acudían al lugar para filmar el hoy calmado kibutz, donde un año antes, gritos de terror invadían el aire en busca de la ayuda que no llegó, donde los terroristas tuvieron hasta tiempo para descansar tras asesinar a sangre fría a familias indefensas.

La peor falla de la inteligencia israelí en toda su historia
La casa donde mataron a las mujeres en transmisión en vivo en Facebook. LP/Rolando Rodríguez
La peor falla de la inteligencia israelí en toda su historia
Los terroristas entraron a todas las casas del Kibutz, salvo a seis, y prendieron fuego a varias. EFE

Ese día, el 7 de octubre de 2023, Hamás publicó escenas dantescas, en las que mostraban cómo asesinaban a sangre fría a los habitantes de Nir Oz y secuestrando a otros. En total, más de 70 personas desaparecieron– de las cuales, 29 pertenecen al mencionado kibutz– y asesinaron a 41, a las que se suman 9 que murieron secuestradas. Pablo Roitman –hijo de Ofelia Roitman– una anciana secuestrada y liberada tras un único, hasta ahora, intercambio de rehenes por presos palestinos, tuvo la suerte de ver a su madre regresar de los túneles de Hamas en Gaza. Sin embargo, Ofelia ahora es parte de todos los que abandonaron el kibutz al que ella inmigró décadas atrás desde su natal Argentina.

Pablo contó que el día del secuestro de su madre, oía decenas de explosiones de un número inusual de misiles disparados a la pequeña aldea y zonas aledañas. En contacto con su madre por teléfono y por aplicaciones de texto –dado que no podía moverse de donde estaba, a pocos minutos de Nir Oz porque toda la zona estaba bajo el asedio de misiles– repentinamente creyeron que había apagado su celular.

Horas después, cuando pudo llegar a la casa de su madre, observó que no estaba, que la puerta del refugio antimisiles de su casa había sido violado a disparos y que había sangre en el piso, producto de una herida infligida en un brazo de Ofelia mientras los terroristas trataban de ingresar por la fuerza. La anciana, herida, fue secuestrada después de recibir un torniquete de sus secuestradores. Corrió con suerte. Otros heridos solo recibieron el tiro de gracia que los dejó entre las decenas de muertos en el kibutz.

Los terroristas entraron a todas las casas, salvo a seis, y prendieron fuego a varias, mientras sobrevenía un saqueo generalizado de pobladores de Gaza que entraron a las casas que no fueron quemadas e, incluso, en las incendiadas, antes de que ardieran.

Así, algunas familias murieron calcinadas por el fuego. Inexplicablemente, la ayuda que esperaban del Ejército no llegó a tiempo. Los soldados arribaron cuando ya no había con quien combatir, cuando había que empezar a recoger e identificar a las familias y personas que habían sido asesinadas horas antes.

Los habitantes de Nir Oz se quejan del Ejército y del Gobierno israelí. Se sintieron entonces y hoy abandonados, básicamente porque esperan que los 20 residentes de su kibutz que aún están con vida y que no han regresado aún sean rescatados, como lo logró la madre de Pablo Roitman, quien relata en en el siguiente video, cómo fue que su madre fue secuestrada, y estar entre las 154 personas que regresaron de los túneles de Gaza, aunque muchos de ellos, sin vida.

¿Cómo fue que pasó esto? Un portavoz del Ejército israelí, Roni Kaplan –de origen paraguayo– reconoce que la inteligencia israelí –una de las mejores del mundo– falló. Incluso, a pesar de las alarmas, que ese día en esa zona anunciaban una y otra vez los más de 3 mil proyectiles que fueron lanzados, un número muy inusual, como lo informó Roitman.

“Es la peor falla de la historia, tanto de la inteligencia como de la defensa del Estado de Israel moderno”, admitió Kaplan, el vocero del Ejército. Este año, tras el ataque, el Ejército logró “eliminar” 17 mil terroristas, eliminar 600 kilómetros de túneles que tenía Hamas bajo la franja de Gaza; lograron romper la cadena de mando de 23 ó 24 batallones de Hamas, desmantelaron 6 brigadas, 150 compañías y llegar hasta las cabecillas terroristas.

Y allí, muy cerca de Gaza, los terroristas ingresaron al kibutz a pie, en carros, motocicletas y otros medios de transporte. Eran cientos de militantes de Hamas, según contó Kaplan.

Kaplan fue al kibutz Nir Oz el 8 de octubre. Es una escena que no olvidará: los olores, las moscas, recuerda. Las incursiones del Ejército israelí también es algo que Kaplan también tiene presente, porque han hallado material bélico, como bombas “cazabobos”: 14 mil en una sola zona.

Kaplan, como lo ha advertido el gobierno de Israel, dijo que su país responderá al ataque de la semana pasada de Irán a Israel, para lo cual, un general Michael Kurilla, a cargo del Comando Central de los Estados Unidos, desde donde ha comandado diversas unidades de ataques y operaciones del Ejército de su país, que incluyen la llamada Causa Justa, desarrollada en Panamá a finales de 1989 y principios de 1990.

La masacre del festival Supernova

A un par de kilómetros de Nir Oz, el Ejército, las familias de los desaparecidos y de los 354 jóvenes que fueron asesinados en el Encuentro Supernova, se preparaban para recordarlos. En una explanada donde los terroristas realizaron uno de los peores actos de barbaries que se recuerdes, ahora crecen árboles sembrados por las familias de lo asesinados.

El festival se llevó a cabo en el desierto Negev, al sur de Israel, aproximadamente a 5 kilómetros de la frontera con Gaza.

La peor falla de la inteligencia israelí en toda su historia
Un año después de la masacre. LP/Rolando Rodríguez

Allí también han sido plantadas sus fotografías, luego de que hace un año, decenas de terroristas llegaron al lugar y de la nada abrieron fuego en todas direcciones, desatando el caos y el terror, al tiempo que cientos de cuerpos caían al suelo polvoroso sin vida, luego de que soldados de Hamas sedientes de muerte empezaron a disparar a jóvenes desarmados.

Muchos fueron secuestrados y muchos más fueron heridos, mientras unos pocos lograban esconderse de los terroristas que disparaban a todo lo que se movía. Kaplan fue enfático en que quieren la paz, pero no sin antes terminar con el terrorismo que acecha a Israel, en este momento, desde siete frentes distintos, que incluyen, Siria, Líbano y Gaza.

Por ahora, reina la tensión en todo Israel tras un atentado en el que murió una joven policía de frontera y otras diez personas resultaron heridas durante un tiroteo en la estación central de autobuses de Beer Sheva (sur de Israel). Este lunes 7 también se cumple el primer año de la masacre que terminó salvajemente con la vida de 1,200 personas y con el secuestro de otras 240 personas.

Los periodistas hispanohablantes fuimos advertidos: durante estos días, tendrán que tener ocho ojos: los de adelante, dos más atrás y cuatro para los dos costados, porque este lunes también se cumple el primer año de la masacre.


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