La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó este viernes la persecución contra el jefe de redacción del diario El Nacional, José Gregorio Meza, y de otros comunicadores de este periódico por parte de agencias de seguridad de Venezuela, “en aparente represalia por reportajes publicados que incomodan al régimen”, según dijo en un comunicado.
El pasado miércoles Meza fue ubicado en su vivienda y llevado detenido por agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y un fiscal del Ministerio Público (MP) venezolano, para que declare “sobre unos trabajos que se publicaron en El Nacional”, como señaló el propio editor en su cuenta de Twitter.
Al día siguiente, funcionarios de la Fiscalía le devolvieron su teléfono celular confiscado, de acuerdo al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa.
El presidente editor del periódico, Miguel Henrique Otero, reveló en Twitter que el MP también emitió citaciones contra él y otros cinco trabajadores del medio, entre ellos la gerente de Recursos Humanos, y que además las familias de dos periodistas que están fuera del país fueron amenazadas.
La “intimidación” responde, según Otero, a las investigaciones periodísticas publicadas por el medio a principios de enero “sobre los hermanos Santiago José y Ricardo José Morón”, presuntos testaferros de Nicolás Maduro Guerra, hijo del presidente de Venezuela, y quienes han sido sancionados en 2020 por el Gobierno de Estados Unidos.
“Vamos a seguir trabajando; no nos vamos a silenciar”, señaló Otero, quien está exiliado en España, como recogió en su comunicado la SIP.