Las finanzas de la reina Isabel II de Inglaterra sumarán pérdidas por 15 millones de libras, casi 19 millones de dólares, debido a la pandemia de la Covid-19, anunció este jueves 24 de septiembre la casa real británica, asegurando que no recurrirá a dinero público para subsanarlas.
El presupuesto de la casa real, que cubre los gastos oficiales de la soberana y el mantenimiento de los palacios reales, ascendió a 82,4 millones de libras (105 millones de dólares) en el ejercicio hasta marzo de 2020, según el informe financiero presentado este jueves.
Pero precisamente en ese mes de marzo, el Reino Unido impuso el confinamiento contra el coronavirus y las finanzas reales se vieron mermadas por la pérdida de los importantes ingresos generados por las visitas a los palacios.
Y pese al desconfinamiento, no todas las instalaciones se han reabierto a un público que sigue siendo mucho menos numeroso.
Así, Michael Stevens, tesorero de la monarca, estimó que el presupuesto central de la casa real sufrirá pérdidas de 15 millones de libras (17 millones de dólares) en los próximos tres años.
Como consecuencia, un presupuesto separado destinado a reparaciones a largo plazo en el vetusto Palacio de Buckingham sufrirá un déficit de 20 millones de libras en los siete años restantes de un programa previsto sobre una década.
Sin embargo, Stevens dejó claro que en un momento en que millones de personas están sufriendo reducciones de ingresos o la pérdida de sus empleos, la casa real no pedirá a los contribuyentes que cubran estos déficits.
“No tenemos la intención de pedir financiación adicional, sino que trataremos de gestionar el impacto a través de nuestros propios esfuerzos”, dijo a los periodistas.
La casa real ya ha congelado los salarios de sus empleados, no realiza nuevas contrataciones y está “buscando activamente recortar los gastos no esenciales”, precisó una fuente de la casa real.
Entre los gastos detallados en el informe anual figuran casi 16.000 libras (18,000 dólares) de un vuelo que llevó al controvertido príncipe Andrés a un club de golf en Irlanda del Norte en julio de 2019.
El segundo hijo barón de la reina actuaba en calidad oficial, pero su reputación está muy dañada debido a su amistad con el difunto Jeffrey Epstein, un financiero estadounidense convicto por pederastia.