Las protestas en contra la Ley 406 de 2023 −que establece el contrato para explotar la mina de cobre más grande de Centroamérica entre el Estado y Minera Panamá, filial de la canadiense First Quantum Minerals (FQM)− han roto fronteras.
Ha habido piquetes de panameños residentes en ciudades como Barcelona (España), Nueva York (Estados Unidos), Londres (Reino Unido), París (Francia), Dublín (Irlanda) y Toronto (Canadá).
El pasado viernes, por ejemplo, alrededor de 70 panameños fueron parte de una protesta frente al Consulado de Panamá en Barcelona. Luary Byer, una de las organizadoras de la manifestación, comentó que el deseo de expresar su malestar a distancia empezó hace dos años cuando se supo que en un albergue a cargo de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf) algunos menores de edad fueron víctimas de abusos sexuales, psicológicos y maltrato. Al ser educadora de estimulación temprana para infantes, ese caso la impactó.
El jueves 26 de octubre, después de ver todo lo que ocurría en Panamá, se organizó con unas amigas, María Elisa, Triana y Aurora Rodríguez, para decir “basta”.
La protesta pacífica se organizó en solo un día, en la que Giuseppe, Ericka, Luis, Delsy, Hillary, Gaby F. y Elsa ayudaron a Luary a conseguir permisos del ayuntamiento de Barcelona para poder manifestarse por dos horas frente al Consulado de Panamá.
Entre las participantes de la protesta estaban Lineth Rodríguez y Gabriela Garrido, quienes expresaron que fue muy “gratificante” ver cómo se juntaron los panameños en Barcelona por esta causa. Garrido recalcó que son el eco de la voz de todos los panameños que han salido a luchar por lo que es correcto y responsable.
En Londres, los panameños se manifestaron frente a la embajada de Panamá. Su organizadora, Patricia Rogers, señaló que fue indignante enterarse de lo ocurrido estando tan lejos de casa. Según Rogers, todo se organizó a través de distintas redes sociales.
La joven indicó que entre los carteles habían varios también en inglés para que aquellos que pasaran supieran el motivo de la protesta. De las personas locales, muchos se acercaron a preguntar sobre el tema de la protesta, les explicaban e incluso tomaban fotos. “Desde todo el mundo esperamos, con el corazón en la garganta, que el gobierno escuche al pueblo sobre lo que pensamos”, comentó Rogers.
En París, la torre Eiffel fue el fondo de la protesta por el ambiente de Panamá. Participaron unos 15 panameños.
Las protestas de Nueva York recordaron el papel de Panamá en la lucha por la recuperación de la soberanía y el Canal. “Los mártires hablaron claro: Panamá no se vende”, se podía leer en los carteles desplegados en la protesta de Nueva York, entre los que figuraba una copia de la icónica fotografía de la revista Life del 24 de enero de 1964, que recoge los sucesos del 9 de enero de 1964, un enfrentamiento entre estudiantes panameños y soldados estadounidenses acantonados en el país.
En Toronto, Canadá, los panameños se manifestaron la mañana del sábado delante del logo de Toronto en la famosa plaza Nathan. La empresa con la que se ha acordado el contrato minero, First Quantum Minerals tiene su sede central en Vancouver, Canadá.
También durante la semana circuló un video de un grupo de jóvenes panameños en Dublín, Irlanda, en el cual se expresaba al unísono: “No a la minería”.