Tres enormes tijerales de vigas de madera llegaron este martes a Notre Dame de París por vía fluvial para la reconstrucción de la catedral, que quedó parcialmente destruida en el incendio de abril de 2019.
De 14 a 16 metros de largo y entre 12 y 13 de ancho, las tres estructuras fueron realizadas con madera de roble en talleres especializados, y ensambladas en Ivry-sur-Seine, al sureste de la capital francesa.
Desde allí, una barcaza las transportó por el Sena hasta llegar a la catedral, lo que obligó a cerrar el tráfico fluvial en Notre Dame durante unas horas.
La elaboración de estos tijerales se encargó a la empresa Métiers du Bois, una de las cuatro grandes compañías del grupo de carpinteros encargados de la reconstrucción de la aguja de Viollet-le-Duc que coronaba la catedral.
Formarán parte del llamado “bosque” de Notre Dame, es decir, el armazón de madera de la nave construido entre los siglos XII y XIII que rodeaba la aguja de la catedral y que quedó completamente destruido en el incendio de 2019.
La primera de ellas, de unas siete toneladas de peso, ya se remontó hoy mismo para situarla debajo de la bóveda, y las otras dos se irán colocando a lo largo de estos meses.
Los tres armazones permitirán restablecer “la silueta familiar de la catedral a finales de año”, aseguró el general Jean-Louis Georgelin, responsable del organismo público encargado de la restauración.
Este paso “confirma el avance de los trabajos de restauración de la catedral”, destacó esta entidad, que trabaja con el objetivo de que el monumento pueda reabrir sus puertas al público en diciembre de 2024.