La preocupación crece entre los allegados de Alexéi Navalny, después que el opositor ruso, con problemas de salud y quien sobrevivió a un envenenamiento en 2020, anunciara una huelga de hambre en la colonia penitenciaria donde cumple condena.
El principal opositor al Kremlin dijo el miércoles que iniciaba una huelga de hambre para protestar contra sus condiciones de detención y denunciar que está siendo “torturado mediante la privación de sueño”.
La noticia es todavía más inquietante para sus allegados, ya que el activista anticorrupción de 44 años, que sufre fuertes dolores de espalda y perdió la sensibilidad en ambas piernas, asegura no tener acceso a los cuidados médicos necesarios.
“Estamos muy preocupados por su salud, por lo que pedimos un acceso inmediato a un médico”, declaró a la AFP Ruslan Shaveddinov, uno de sus colaboradores.
“Navalny siempre se tomó muy en serio decisiones como las de una huelga de hambre”, agregó.
Sus allegados publicaron un mensaje en Facebook en el que aseguran que Navalny ha perdido ocho kilos desde que llegó a la colonia penitenciaria, a principios de marzo. Esos kilos los habría perdido antes de su huelga de hambre, debido a que los guardianes lo despiertan “ocho veces cada noche”.
La huelga de hambre se suma a sus problemas no diagnosticados de espalda, pero sobre todo llega menos de un año después de sobrevivir a un envenenamiento que atribuye al Kremlin.
Luego de tres semanas en coma, Navalny pasó cinco meses recuperándose en Alemania. Y, a su regreso en enero a Rusia, fue detenido y condenado a dos años y medio de prisión en un caso de fraude que él considera político.
“Tras un envenenamiento, nadie sabe cómo el organismo puede reaccionar” si se le priva de alimentos, apunta Shaveddinov, para quien esto “es muy preocupante”.
El Kremlin, mudo
Los servicios penitenciarios rusos aseguraron el miércoles que el opositor “recibe toda la atención médica necesaria” y que se respeta su derecho a dormir ininterrumpidamente ocho horas, aunque Navalny asegura que lo despiertan ocho veces por noche.
El Kremlin rechazó pronunciarse sobre su caso.
La colonia donde está encarcelado, en Pokrov, a 100 kilómetros al este de Moscú, está considerada una de las más duras de Rusia. El opositor la califica de “campo de concentración”.
Navalny asegura además que lo amenazaron con ser trasladado a una celda disciplinaria por violar el reglamento: por levantarse de su cama 10 minutos demasiado pronto o por negarse a participar en actividades físicas obligatorias.
“Este es el mismo gulag, donde se tortura y martiriza a la gente, sobre todo a aquellos que son políticamente activos”, criticó el miércoles el diputado moscovita Serguéi Mitrojin en la radio Eco de Moscú.


