Los casos penales de Trump se desenredan a su favor tras vencer en las presidenciales

Los casos penales de Trump se desenredan a su favor tras vencer en las presidenciales
Trump fue condenado por 34 delitos graves cargos de falsificación de registros comerciales relacionados con pagos realizados a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels durante su campaña presidencial de 2016. EFE


Los cuatro casos penales que pendían sobre el candidato republicano Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos (EU) afrontan un carpetazo definitivo tras convertirse en ganador de los comicios presidenciales del pasado martes, pues el Departamento de Justicia no podrá encausarlo una vez tome posesión.

De cara a la investidura presidencial, el 20 de enero de 2025, los funcionarios de Justicia están dando señales que apuntan al cierre de los dos casos federales impulsados por el fiscal especial Jack Smith, según dijeron fuentes informadas a los canales NBC y ABC, pues la posibilidad de que prosperen es muy limitada.

Según las fuentes de NBC, corresponde a Smith decidir cómo retirar los cargos, y surgen una serie de incógnitas sobre qué pasara con las pruebas y los otros acusados, o si este dejará un informe, como suele ser costumbre; por otra parte, la defensa de Trump tiene como meta “eliminar completamente” todos los casos.

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Donald J. Trump celebra su victoria junto a su esposa Melania Trump y a su hijo Barron Trump. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

Smith lleva los casos por instigación del asalto al Capitolio de enero de 2021, en Washington DC, y por manejo indebido de documentos clasificados, en Florida, ambos estancados y lastrados recientemente por la decisión del Tribunal Supremo que otorgaba inmunidad presidencial parcial a Trump.

El caso de los documentos clasificados ya tenía malas perspectivas después de que una jueza -nominada por Trump- lo desestimara al considerar inconstitucional el nombramiento de Smith por parte del fiscal general, Merrick Garland, porque no lo designó el presidente ni lo ratificó el Congreso.

El fiscal especial Smith ha sido objeto de amenazas durante la campaña de Trump, quien ha asegurado que piensa despedirlo inmediatamente y que “debería ser expulsado del país”, mientras que un colaborador del republicano, Mike David, le instó la misma noche electoral a ir “buscando abogado”.

El caso más apremiante, el de Nueva York

El caso más acuciante en el que está implicado Trump es el de Nueva York, que está pendiente de sentencia después de que el pasado mayo un jurado lo condenara por 34 cargos de falsificación de registros comerciales para encubrir durante la campaña electoral de 2016 un escándalo sexual pasado.

El juez que preside ese caso, Juan Merchan, ya retrasó la sentencia para evaluar el fallo de inmunidad del Supremo, y tiene fijada una audiencia este martes 12 de noviembre para responder a una moción de la defensa, que además alegaba interferencia electoral, para anular la condena.

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Durante esta campaña, Trump dijo que aplicará tasas de hasta el 60 % a los bienes chinos, lo que augura más tensiones comerciales

Si Merchan decide proceder, la fecha de sentencia es el 26 de noviembre y Trump se enfrenta a una pena máxima de cuatro años de cárcel, pero los expertos creen que la defensa intentará seguir dilatando el proceso; así pues, la posibilidad de que este pise una cárcel es mínima, sobre todo si los retrasos llegan a la fecha de su nombramiento como jefe del Estado.

Según la cadena CNN, que cita una fuente conocedora de la estrategia de la defensa, los abogados de Trump van a presentar en los próximos días una moción ante Merchan que arguye que un presidente electo tiene los mismos derechos constitucionales que uno en ejercicio, y por tanto debe quedar protegido de las acciones de los fiscales.

El cuarto caso penal, en Georgia, por presunta interferencia en las elecciones de 2020, no tiene visos de avanzar antes de la investidura, tras ser obstaculizado por un idilio entre los fiscales que llevó a la dimisión de uno de ellos y a una denuncia de la defensa para que se retire la fiscal de distrito Fani Williams.

Trump y sus abogados siempre han considerado que todos estos casos, pese a su diversidad, forman parte de lo que califican como ‘caza de brujas’ por parte de una fiscalía que obedece a sus simpatías demócratas.



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