El movimiento fundamentalista talibán ha prohibido a las mujeres que visiten el gran parque nacional de Band-e Amir, uno de los más conocidos del país, en una nueva medida para restringir los derechos de movimiento de la población femenina, una constante desde su retorno al poder en agosto de 2021.
El ministro en funciones para la Prevención del Vicio y la Propagación de la Virtud, Mohamed Jaled Hanafi, explicó a última hora del sábado que la decisión había sido adoptada tras observar que muchas visitantes no llevaban el tradicional hiyab dentro del parque para cubrir su rostro, por lo que ha decidido prohibir su acceso al mismo hasta encontrar una solución, según recogió ayer la cadena afgana Tolo News.
Band-e Amir, en la céntrica provincia de Bamiyán, es una conocida atracción turística que fue declarada en 2009 como el primer parque nacional del país, caracterizada por la existencia de sus seis grandes lagos, acompañados de los famosos budas de la región.
Las críticas internacionales han llegado, para empezar, de la mano del relator especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Richard Bennett, quien se ha declarado consternado por la medida. “¿Me puede alguien explicar por qué hace falta esta restricción para cumplir con la ley y la cultura afganas?”, ha protestado en su cuenta de X, antes Twitter.
Por su parte, la portavoz de la ONG Human Rights Watch, Fereshta Abbasi, ha querido llamar la atención sobre el hecho de que esta prohibición ha sido declarada precisamente durante el Día Internacional por la Igualdad de las Mujeres, en lo que supone “un acto de completa falta de respeto”.
Desde su retorno al poder los talibán han impedido el acceso de las niñas a la educación secundaria, de las mujeres a la universidad, impedido el trabajo de mujeres afganas en ONG internacionales, cerrado salones de belleza y coartado en términos generales la libertad de movimiento de las mujeres.
El movimiento fundamentalista lleva meses asegurando, en medio del completo escepticismo de la comunidad internacional, que estudia “soluciones” para facilitar el acceso educativo a las mujeres, en declaraciones que combinan con advertencias de que cualquier tipo de queja internacional al respecto será interpretada como una injerencia en sus asuntos nacionales.