Los talibanes capturan en 24 horas una segunda capital provincial en Afganistán

Los talibanes capturan en 24 horas una segunda capital provincial en Afganistán
En los últimos tres meses, aprovechando la retirada de las tropas extranjeras, los talibanes se hicieron con el control de enormes zonas rurales. AFP


Los talibanes se apoderaron el sábado de la ciudad de Sibargan (noroeste), segunda capital provincial que cae en manos de los insurgentes en menos de 24 horas desde el inicio de la retirada de las fuerzas extranjeras de Afganistán en mayo.

“Desgraciadamente Sibargan fue capturada por los talibanes”, dijo a la AFP Qader Malia, vicegobernador de la provincia de Jawzjan, de la que esa ciudad es capital. Agregó que “las fuerzas (afganas) y los funcionarios han huido hacia el aeropuerto”.

Los talibanes capturaron el viernes una primera capital provincial, Zaranj (sudoeste), capital de la provincia de Nimroz, cerca de la frontera con Irán, sin que hubiera una verdadera resistencia de las fuerzas afganas, ocupadas en defender varias capitales provinciales a lo largo del país.

Si los talibanes logran asentar su control sobre la ciudad de Sibargan, esto supondría un nuevo revés para el gobierno, que recientemente hizo un llamado a antiguos jefes de guerra y a varias milicias para que intenten frenar el avance de los insurgentes talibanes.

Según un periodista de Sibargan que pidió mantener el anonimato, los combates comenzaron de madrugada con “disparos y explosiones”, y las fuerzas gubernamentales se retiraron al mediodía.

“Los talibanes están por todas partes ahora, con sus banderas (...) las calles están vacías y no nos atrevemos a salir de casa”, contó.

La provincia de Jawzjan es el bastión del mariscal Abdul Rashid Dostom, líder de una milicia uzbeka reputado por su crueldad y su lealtad volátil.

Un consejero del mariscal Dostom confirmó la caída de Sibargan.

“Las fuerzas de seguridad y los responsables se retiraron a una zona a unos 20 kilómetros de la ciudad. Estaba planificado, transportaron suficiente munición para defenderse de un ataque de los talibanes”, precisó este consejero.

En los últimos tres meses, aprovechando la retirada de las tropas extranjeras, los talibanes se hicieron con el control de enormes zonas rurales, y centran ahora su ofensiva en las grandes ciudades, como Kandahar y Herat, segunda y tercera ciudades del país.

Ante estos avances, Estados Unidos, que culminará su salida a finales de agosto, intensificó sus ataques aéreos.

“Las fuerzas estadounidenses han desplegado estos últimos días varios ataques aéreos para defender a nuestros socios afganos”, indicó la comandante Nicole Ferrara, portavoz del Mando Central del ejército.

En Kabul, los vecinos interrogados por la AFP el sábado narraban su miedo tras la toma de Zaranj.

“Si el gobierno no trata con la suficiente seriedad la cuestión de la seguridad (...) todas las provincias podrían caer en manos de los talibanes”, se lamentó Walid Ahmad, de 20 años, que huyó de los combates en Tahar (norte), hace dos semanas.

Mohamed Qaim escapó por su parte de la ciudad de Lashkar Gah (sur), escenario a principios de semana de duros combates. “Se le impuso la guerra a los afganos y los afganos se están quemando”, afirmó este hombre de 35 años.

La toma el viernes de Zaranj apenas tiene importancia estratégica, pero envía una preocupante imagen de capitulación de las fuerzas afganas a las otras ciudades rodeadas.

En las redes sociales, los mensajes difundidos por los talibanes sugieren una calurosa acogida por parte de la población civil de Zaranj, ciudad muy golpeada por el crimen.

Las imágenes muestran a los talibanes agitando sus banderas desde los vehículos militares, mientras son aclamados por hombres jóvenes y niños.

Es difícil, sin embargo, saber hasta qué punto las imágenes transmiten un apoyo real a los rebeldes o si los civiles lo hacen por afán de supervivencia.

Desde Kunduz, una ciudad del norte rodeada por los talibanes desde hace semanas, el activista Rasikh Marof dijo por teléfono a la AFP que los combates estallaron la noche pasada en el centro de la ciudad, sin que los talibanes pudieran, sin embargo, ganar terreno.

Las fuerzas gubernamentales “defendieron con firmeza” la ciudad para impedir la entrada de los talibanes, y replicaron con ataques aéreos, explicó Marof.

Marof añadió que los rebeldes usaban “morteros y armamento pesado”.

“Muchas tiendas han cerrado y la gente se queda en sus casas para protegerse”, detalló este activista.

Según el doctor Ehsanullah Fazli, responsable de salud de la provincia de Kunduz, contactado por la AFP, el hospital principal de la ciudad recibió a 38 civiles heridos y 11 muertos desde que se retomaron los combates la pasada noche.

“Las ambulancias no pueden moverse por los combates”, añadió. Las cifras podrían aumentar durante el día, explicó Fazli.



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