Una compacta multitud deliró al caer la bola luminosa de Times Square en Nueva York al inicio del 2020 mientras que en ciudades como Santiago y París los escenarios de protestas sociales acogieron celebraciones que dejaron atrás un año de desventuras.
Miles de millones salieron a las calles para dar la bienvenida al nuevo año luego de uno marcado por revueltas políticas y sociales y acciones por el cambio climático.
“No estoy particularmente optimista por el futuro”, dijo a la AFP Natalie Reinhart, de 29 años, en la plaza Times Square de Nueva York
"Creo que nadie piensa que el mundo está bien y pienso que eso es uno de las cosas que definen a la década", dijo. "Hay una especie de notorio pesimismo. Hasta las canciones pop son tristes", añadió.
En Chile, aún sacudido por un inesperado estallido social en 2019, millares de manifestantes convergieron en la Plaza Italia de Santiago, epicentro de las protestas, para celebrar "un año nuevo con dignidad".
“Este año no podía no pasarlo aquí. Todo esto que nos ha pasado hay que celebrarlo”, dijo a la AFP Rafael Vergara, de 45 años .
En Río de Janeiro una compacta multitud acogió el 2020 con la multitudinaria fiesta en la playa de Copacabana
En París, decenas de miles de personas se congregaron en clima de fiesta en la avenida de los Campos Elíseos, escenario en 2019 de enfrentamientos entre la policía y los “chalecos amarillos”, que protestan contra la política social del gobierno y a los que se les prohibió manifestarse este martes por la noche.
En Hong Kong la policía disparó los gases lacrimógenos contra manifestantes prodemocracia que habían formado largas cadenas humanas la víspera y convocaron una gran manifestación para el día de Año Nuevo.
En Piongyang, una muchedumbre se congregó para un concierto en el centro de la capital norcoreana a la medianoche, acompañado de fuegos artificiales sobre un escenario iluminado con luces de neón, donde se representaba un espectáculo de danza. En Corea del Sur, los habitantes celebraron rituales durante las cuales se hace sonar campanas.
En Londres, después de haber permanecido en silencio debido a obras de restauración, la campana del Big Ben sonó a medianoche. Y hubo fuegos artificiales en las orillas del Támesis.