Miles de personas se congregaron en diferentes puntos de Siria para celebrar el derrocamiento del Gobierno de Bachar al Asad hace cinco días, coincidiendo con el primer viernes tras su derrocamiento, el día sagrado musulmán de la semana.
Multitudinarias concentraciones tuvieron lugar en Damasco; las ciudades noroccidentales de Hama, Latakia y Tartus; así como las meridionales Deraa y Al Sueida, según mostraron imágenes retransmitidas en directo por la Televisión Siria, controlada por los insurgentes desde la caída del Gobierno.
Los participantes gritaron consignas como “Uno, uno, uno, el pueblo sirio unido” y “La victoria para la voluntad de los pueblos”, y portaron banderas que hasta el pasado domingo representaban a la oposición siria.
En la capital, varios millares de fieles tomaron parte en el rezo musulmán de los viernes en la histórica mezquita Umayyad, una de las más antiguas de Oriente Medio y en cuyas inmediaciones está convocada también una celebración para conmemorar la reciente “liberación” del país árabe.
Este es el primer viernes, día sagrado musulmán, desde que la madrugada del pasado domingo una coalición de grupos islamistas y proturcos anunciara su entrada a la capital siria y diera por derrocado al Gobierno de Al Asad, que llevaba alrededor de medio siglo en el poder.
El propio presidente depuesto, ahora exiliado en Rusia, había permanecido al frente del país durante casi 25 años, tras tomar las riendas a la muerte de su padre en 2000.
Esta misma mañana, el líder insurgente, Ahmed al Charaa, llamó a la población a salir a las calles este viernes para mostrar su “alegría” por la “victoria” de la revolución iniciada en 2011 contra Al Asad, y reafirmó su promesa de “construir” de nuevo Siria.