Nuevos combates en el sur de Yemen entre rebeldes chiitas y partidarios del presidente yemení apoyados por Arabia Saudí dejaron 141 muertos, al tiempo que la Cruz Roja seguía sin poder acceder con ayuda humanitaria al lugar de los combates.
El lunes, duodécimo día de la campaña de bombardeos liderada por Arabia Saudita, los combates arreciaban en el sur, donde en las últimas 24 horas han muerto al menos 141 personas, entre ellas 53 en Adén, según distintas fuentes.
La situación humanitaria empeora por horas, y los hospitales, sin medicamentos, no pueden atender a los heridos, que se cuentan por centenares. Pero la ayuda del exterior sigue sin llegar.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) evocó este lunes "problemas logísticos" para brindar su ayuda. La organización pudo evacuar el lunes a 11 miembros de su personal en Yemen, según el portavoz de la coalición, Ahmed Asiri, y ya están en marcha los preparativos para fletar otro avión.
Mientras, unas 48 toneladas de medicamentos, kits quirúrgicos, tiendas de campaña, generadores y equipamiento para reparar las redes de aprovisionamiento de agua dañadas por los bombardeos esperan el visto bueno para ser transportadas a Yemen por avión o por barco.
La situación era particularmente grave en Adén, la segunda ciudad del país, donde los combates provocaron "la muerte de 17 civiles y 10 combatientes de los comités populares", los seguidores del presidente Abd Rabo Mansur Hadi, en las últimas 24 horas, declaró a la AFP una fuente médica. También fallecieron 27 rebeldes hutíes en la localidad de Dhaleh, emboscados por combatientes partidarios de Hadi, según un portavoz de estos últimos.
Los milicianos chiitas, apoyados por Irán, conquistaron Saná y amplios territorios en el norte y el centro del país con la ayuda de sus aliados, unos militares leales al expresidente Ali Abdalá Saleh.
A principios de marzo avanzaron hacia Adén, donde el domingo se hicieron con el control de la sede de la administración provincial.El lunes, los rebeldes trataban de avanzar hacia el barrio Al Moalla para tomar el control de un puerto, pero se encontraron con la resistencia de los "comités populares", armados por la coalición.
Tras una noche relativamente tranquila en Saná, aviones de combate que volaban a baja altura bombardearon los campamentos militares en torno a la capital y una montaña que flanquea el palacio presidencial, dijeron testigos, que se hicieron eco de la falta de respuesta, por primera vez en 12 días, de los rebeldes.En Lahj, al oeste de Adén, la coalición bombardeó la base aérea de Al Anad y un campamento militar cercano, causando la muerte de 10 rebeldes, según una fuente militar.
"Los almacenes de armamento y de municiones siguen siendo nuestro objetivo", declaró el general Assiri, quien precisó que "miembros de tribus llegaban a Adén para defender la ciudad".
Jordania, uno de los miembros de la coalición, anunció este lunes que había sacado a otros 130 de sus ciudadanos de Yemen a través de Arabia Saudita.
Otros países seguían evacuando por mar y aire a sus nacionales y a otros extranjeros, como Francia, que ha sacado en barco a 64 personas de distintas nacionalidades, entre ellas 23 franceses, mientras que la marina india ha evacuado a 450 personas y una fragata china a otro centenar.
Tres aviones indios y otro ruso aterrizaron el lunes en Saná para evacuar a extranjeros, informó un fotógrafo de la AFP.Por su parte, Estados Unidos reconoció el lunes que no está en condiciones de evacuar por aire a sus ciudadanos en Yemen y los exhortó a abandonar el país en buques de otros países.
Pakistán, país con un 20% de población chiita, se debate sobre la participación en la coalición que lucha contra los hutíes como le apremia Arabia Saudita que reclama a su aliado sunita aviones, navíos militares y tropas terrestres.
El consejo de ministros saudí, presidido por el rey Salman, repitió que con la campaña en Yemen, solo pretende "auxiliar a un país vecino y a sus autoridades legítimas".
Moscú por su parte, declaró sentirse "decepcionada" por la operación militar que se está llevando a cabo sin mandato de la ONU y llamó a las partes a cesar la violencia y negociar.





