El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que el ataque de una veintena de hombres a la base militar de Valencia (norte) dejó este domingo 6 de agosto dos muertos y ocho detenidos, de los cuales uno está herido.
“Dos fueron abatidos por el fuego leal a la patria, uno esta herido. De estos 10 atacantes que quedaron en las instalaciones de Paramacay, nueve son civiles y uno es un teniente desertor desde hace meses, que había sido dado de baja (retirado)”, aseguró Maduro en su programa de televisión dominical.
Según el mandatario, el militar desertor “está colaborando activamente con información” y se tiene también “los testimonios de los siete civiles”.
Maduro aseguró que “unos 20 mercenarios” ingresaron a las 3:50 a.m. hora local (07:50 GMT), “sorprendieron a la vigilia y se dirigieron directamente a los parques de armas”.
Tras la voz de alerta, “en cuestión de minutos” los soldados y oficiales reaccionaron y respondieron con fuego en un combate que duró hasta las ocho de la mañana e “hicieron huir a los atacantes”, que están siendo buscados, agregó.
El incidente se conoció luego de la difusión en redes sociales y varios medios de un video grabado supuestamente en la 41 brigada, en el que un hombre que se presenta como capitán se declara en “rebeldía” contra Maduro y exige un “gobierno de transición”.
En Valencia (180 kilómetros al oeste de Caracas) la situación era tensa. Los alrededores de la base, fueron sobrevolados por helicópteros y custodiados por uniformados en tanquetas y con armas largas, comprobó un equipo de la AFP.
Tras el suceso, decenas de personas levantaron barricadas en las cercanías de Valencia, donde pusieron troncos de árboles y quemaron basura, desatándose choques con militares de la Guardia Nacional Bolivariana que los dispersaron con gases lacrimógenos y perdigones.