Nueva Zelanda intentó deportar durante años al hombre que protagonizó un ataque yihadista con un cuchillo en un supermercado donde siete personas resultaron heridas, indicó este sábado 4 de septiembre la primera ministra, Jacinda Ardern.
El atacante, un esrilanqués de 32 años que se inspiró en los atentados del grupo Estado Islámico, recibió una orden de deportación en abril de 2019 al quedar revocado su estatus de refugiado, que habría obtenido fraudulentamente.
El hombre llegado a Nueva Zelanda en 2011 había estado los últimos cinco años vigilado por la policía, por presuntas simpatías con el yihadismo radical, y en prisión desde 2018.
La tramitación judicial de su expulsión se demoró por cuestiones procedimentales y recursos del afectado, que en julio pudo recobrar su libertad, aunque siguió vigilado.
A pesar de ello, el viernes tomó un cuchillo en un supermercado de Auckland y atacó a siete personas, tres de las cuales resultaron gravemente heridas, antes de que la policía lo abatiera.
Ardern aseguró que los servicios de inmigración habían buscado sin éxito formas de mantenerlo detenido mientras se tramitaba la deportación.
“Fue increíblemente decepcionante y frustrante”, afirmó.
Previamente, Ardern había explicado que el atacante no podía estar detenido más tiempo ni había podido ser expulsado, pero no había podido dar más detalles por órdenes del tribunal, que levantó estas limitaciones el sábado por la noche.
La primera ministra indicó también que se habían puesto en marcha medidas para reforzar las leyes neozelandesas de represión del terrorismo.