El papa Francisco, en un encuentro con los obispos de las diócesis centroamericanas reunidos en Panamá para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), pidió a los sacerdotes ayudar a sus comunidades "a superar miedos y recelos" ante el creciente fenómeno migratorio "masivo y organizado" que afronta la región.
Francisco remarcó que muchos migrantes "tienen rostro joven, buscan un bien mayor para sus familias, no temen arriesgar y dejar todo con tal de ofrecer el mínimo de condiciones que garanticen un futuro mejor".
"La Iglesia, gracias a su universalidad, puede ofrecer esa hospitalidad fraterna y acogedora para que las comunidades de origen y las de destino dialoguen y contribuyan a superar miedos y recelos”, insistió el papa.
“Acoger, proteger, promover e integrar” pueden ser los cuatro verbos con los que la Iglesia, en esta situación migratoria, conjugue su maternidad en el hoy de la historia”, agregó.
Francisco no mencionó el muro que insiste construir el presidente estadounidense Donald Trump, en la frontera con México. Tampoco el éxodo de venezolanos ni las caravanas de centroamericanos -principalmente hondureños- que marchan a Estados Unidos.
El papa se refirió a otros problemas que aquejan a la juventud, "situaciones altamente conflictivas y de no rápida solución": violencia doméstica, feminicidios, bandas armadas y criminales, tráfico de drogas y explotación sexual.
"Duele constatar que en la raíz de muchas de estas situaciones se encuentra una experiencia de orfandad fruto de una cultura y una sociedad que se fue 'desmadrando'. Hogares resquebrajados tantas veces por un sistema económico que no tiene como prioridad a las personas y el bien común, y que hizo de la especulación 'su paraíso' desde donde seguir 'engordando' sin importar a costa de quién", enfatizó.
Al terminar el encuentro, que se celebró en la iglesia San Francisco de Asís en el Casco Antiguo, el papa saludo uno a uno a los obispos, y luego se retiró a la Nunciatura Apostólica, donde se hospeda hasta el próximo domingo, cuando concluye la JMJ y regresa a Roma.