Oficialismo pierde las principales ciudades de Bolivia en elecciones locales

Oficialismo pierde las principales ciudades de Bolivia en elecciones locales


El gobernante Movimiento Al Socialismo de Bolivia (MAS) sufrió este domingo derrotas en las elecciones locales en las principales ciudades del país, según resultados en boca de urna de dos canales privados de televisión.

De acuerdo a no oficiales de los canales Unitel y Red Uno, el MAS, del presidente Luis Arce y su mentor Evo Morales (2006-2019), perdió en las ciudades de La Paz, su vecina El Alto, Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este), las más apetecidas plazas políticas del país.

En La Paz venció Iván Arias, ministro de la expresidenta de derecha Jeanine Áñez (2019-2020); en El Alto Eva Copa, expresidenta del Senado y ahora disidente del MAS; en Cochabamba el excapitán de Ejército Manfred Reyes Villa; y en Santa Cruz pelean el primer lugar los opositores Gary Áñez y Jhonny Fernández.

La elección de alcaldes de las ciudades se define en primera vuelta por simple mayoría de votos.

En otras ciudades de Bolivia con menor peso político, el partido de gobierno sólo aseguró Sucre (sureste), capital del departamento de Chuquisaca, y el resultado era incierto en otras cuatro.

Respecto a la elección de gobernadores de los departamentos, el MAS sólo aseguró Cochabamba y perdió Santa Cruz.

Los resultados a boca de urna del canal Unitel perfilan un balotaje en el resto de los departamentos: La Paz, Oruro (oeste), Potosí (suroeste), Tarija (sur), Chuquisaca (sureste), Beni (noreste) y Pando (norte).

La elección de gobernadores, a diferencia de los alcaldes, se define en segunda vuelta, si ninguno de los candidatos supera el 50% más 1 de los votos en la primera.

La socióloga y profesora universitaria María Teresa Zegada evaluó que “hay alcaldías consolidadas, hay mucha distancia en la votación, como son los casos de Arias [en La Paz] y Reyes Villa [en Cochabamba]”.

Los resultados oficiales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se conocerán en entre 8 a 10 días.

Unos 7,1 millones de bolivianos fueron llamados a votar de manera obligatoria por nueve gobernadores y 336 alcaldes y sus respectivos asambleístas regionales y concejales municipales.

La votación se realizó, en general, de manera tranquila, aunque en el pequeño poblado de Colpa Bélgica, del departamento de Santa Cruz, de unos 6.300 habitantes, los lugareños quemaron las papeletas de votación.

La furia fue de que se trasladaba de manera ilegal a votantes de otros poblados para aumentar el caudal de sufragios de algún candidato, aunque no se conoció de cuál.

La jornada también estuvo marcada por un nuevo choque entre el MAS y la OEA.

El mandatario boliviano Arce declinó asistir a un acto oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE) al que estaba invitado.

“Mientras esté la OEA nosotros no vamos a acudir a ninguna invitación del órgano electoral”, dijo el gobernante y luego agregó: “ustedes [los periodistas] saben del papel nefasto de la OEA en las elecciones de 2019”.

La OEA realiza en esta elección, como en las anteriores, una labor de observación.

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