El Comité contra la Tortura de la ONU denunció este martes 14 de diciembre que un activista por los derechos de los pueblos indígenas fue víctima de graves vejaciones y encarcelado injustamente en México.
Un comunicado del Comité, fechado en Ginebra, señala que tras estudiar el caso del activista Damián Gallardo, concluyó que “fue víctima de tortura en México”.
“La detención y tortura de un defensor de derechos humanos pone a la luz la criminalización de la protesta social”, denunció.
De acuerdo con el grupo de expertos de la ONU, el integrante del pueblo indígena ayuujk de Santa María Tlahuitoltepec, de la región Mixe (Oaxaca, sur), promovía la educación en comunidades indígenas de esa zona.
Gallardo participó además en protestas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en 2013.
En mayo de ese año, siete policías irrumpieron en su casa mientras descansaba “y lo arrestaron sin orden judicial”, indica el comité.
El activista estuvo detenido e incomunicado en un centro clandestino “donde fue golpeado por agentes de policía para que divulgara información sobre otros participantes del movimiento”, detalla el documento.
“El Sr. Gallardo Martínez fue sometido a actos de tortura que buscaban doblegar su voluntad al extremo”, dijo Peter Vedel Kessing, miembro del Comité, citado en el texto.
El activista fue trasladado a un penal de máxima seguridad en Guadalajara (Jalisco, oeste), donde permaneció detenido más de cinco años hasta que el Ministerio Público federal solicitó el desistimiento del caso, en diciembre de 2018.
Según el Comité de la ONU, durante ese tiempo “fue golpeado brutalmente, sometido a revisión bucal y anal, privado de agua y sueño, así como recluido en régimen de aislamiento 22 horas al día”.
El llamado de la ONU al Estado mexicano llega en momentos en que México enfrenta una dura crisis de violencia contra activistas de derechos humanos.