Panamá asume para dos años el impulso del tratado para prohibir los ensayos nucleares

Panamá asume para dos años el impulso del tratado para prohibir los ensayos nucleares
La cita tiene lugar cada dos años y su principal objetivo es impulsar la ratificación del CTBT. Tomada de @JanainaGob


Panamá se convirtió este viernes, junto a Noruega, en copresidente del proceso para implementar el tratado que prohíbe los ensayos con armas nucleares, el CTBT, que ha sido ratificado por 178 países pero cuya entrada en vigor está bloqueada por apenas ocho Gobiernos, Estados Unidos entre ellos.

”Hoy nos reunimos casi 80 años después del bombardeo atómico de Hiroshima, bajo la realidad de que las pruebas de misiles balísticos, y las propias pruebas nucleares, siguen representando el mayor desafío para la paz y la seguridad internacional al que se enfrenta la humanidad”, dijo la ministra de Exteriores panameña, Janaina Tewaney, durante una conferencia sobre el tratado con motivo de la Asamblea General de la ONU, que se celebra estos días en Nueva York.

La cita tiene lugar cada dos años y su principal objetivo es impulsar la ratificación del CTBT, que cuenta con el apoyo de grandes potencias nucleares como Rusia o el Reino Unido, pero que no puede entrar oficialmente en vigor hasta que no lo ratifiquen ocho países clave, entre los que se encuentran Estados Unidos, China, Israel, India o Pakistán.

Estados Unidos y China, de hecho, han aceptado el tratado pero no lo han ratificado, lo que impide, entre otras cosas, el envío de personal y material a los antiguos lugares de ensayos nucleares que continúan en uso.

Por eso, una gran cantidad de los discursos que se escucharon este viernes se centraron en solicitar a estos países que se sumen a la iniciativa.

”¿Cuántos aniversarios más queremos celebrar sin que haya entrado en vigor el tratado?” se preguntó la alta representante de la ONU para el Desarme, Izumi Nakamitsu, leyendo un discurso en nombre del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.

Algunos analistas consideran que pese a no haber entrado en vigor, el sistema de monitorización del tratado, que ya cuenta con cientos de estaciones de medición en todo el mundo, ha supuesto un logro “de facto”, porque desde 1996 (cuando se aprobó el CTBT) ningún país, salvo Corea del Norte, ha realizado pruebas nucleares.

De hecho, desde que empezaron a funcionar estas estaciones, que miden indicadores como los niveles de radiación en la atmósfera o las ondas sonoras que atraviesan los océanos, el sistema ha detectado todas las pruebas nucleares de Corea del Norte desde 2006.

Sin embargo, numerosas organizaciones defensoras del desarme y la no proliferación nuclear expresaron en una carta su preocupación por el hecho de que ninguno de los ocho gobiernos clave se haya tomado en serio la ratificación del tratado “desde hace varios años”.

En su carta, los organismos, entre los que se encuentra la Asociación para el Control de Armas (ACA) o el Boletín de los Científicos Atómicos, aseguraron que la vigencia del sistema de monitorización está en duda por el empeoramiento de las relaciones entre potencias nucleares.

Países como China o Estados Unidos se encuentran desde hace años evaluando la renovación de sus arsenales nucleares, y se teme que la situación lleve a una nueva era de ensayos nucleares, que han causado graves problemas de salud a generaciones de “downwinders” (las personas que viven contra el viento de los lugares de pruebas nucleares) desde el desierto de Nevada a las estepas de Kazajistán.



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